Por Rabino Eliahu Birnbaum
“No enga?ar?s a tu pr?jimo”, instruye esta parash?; y agrega inmediatamente, certificando la procedencia del mandato: “Yo soy Dios”.
El concepto? toraico de enga?o abarca un marco conceptual bastante amplio: el “enga?o” es, para la moral hebrea, toda forma, voluntaria o no, alevosa o legalmente justificable, de defraudar a otra persona, a?n si no involucra distorsionar la realidad.
Enga?ar al pr?jimo involucra, para la Tor?, toda oportunidad en que una persona aprovecha la falta de conocimiento o seguridad de otra en determinado tema, para afectarla material, moral o espiritualmente.
El Talmud ejemplifica el tema advirtiendo que, si una persona se condujo por el mal camino durante parte de su vida, y luego retorn? sobre sus pasos y comenz? a conducir su vida por el camino del bien, la prohibici?n de enga?ar al pr?jimo le protege, prohibiendo a los dem?s el mero hecho de recordarle su comportamiento anterior. No se debe mencionar peyorativamente, referido a un converso, nada que est? relacionado con su condici?n gentil anterior; asimismo est? prohibido atribuir las desgracias de quien est? enlutado a su comportamiento personal, estimulando la intensidad de su sufrimiento. Read more