Rabino Eliahu Birnbaum
No es irrelevante, a?n en ?pocas en que carecemos de Beit Mikd?sh, estudiar las precisiones toraicas acerca de la construcci?n y funcionamiento del santuario. El concepto jud?o de lo que ha de ser un santuario est? irreductiblemente emparentado con la concepci?n hebrea del hogar: lugar en que se ofrenda lo que se posee, espacio en que se consagra cuanto se es. A pesar de la distancia hist?rica y, por consiguiente, psicol?gica, que nos separa del Mishk?n y de las regulaciones relativas a ofrendas y sacrificios, es posible y hasta necesario aprender del Mishk?n, del santuario que edificaron nuestros ancestros en el desierto, infinidad de ense?anzas y valores que mantienen su vigencia intacta en nuestros d?as.No menos que el centro de convergencia de las ofrendas rituales, era el Mishk?n fundamento de la memoria del pueblo. Un centro espiritual, cuyo prop?sito y misi?n consist?an en mantener viva la conciencia del pueblo de Israel respecto de sus compromisos y obligaciones adquiridos al pie del Monte Sinai. Read more