J?nuca: Citius, Altius, Fortius
Ensayo original del Ing. Enrique Medresh, de la publicaci?n electr?nica Reflexiones sobre la Parash?.
Debemos saber que la batalla que Israel luch? contra los griegos, y por cuyo triunfo se celebra J?nuca, fue, a diferencia de la librada en Purim, principalmente de ?ndole espiritual y no f?sica; por lo que se festeja de una forma puramente espiritual ? prendiendo una espiritual y sencilla lucecita [2]. Adicionalmente, el regocijo de esta festividad es reducido ya que en esta pelea un gran n?mero de jud?os ? los llamados helenistas o mityavnim ? grandes admiradores de la cultura griega, tomaron el lado de los griegos, provocando una especie de guerra civil.
Al identificar las diferencias ideol?gicas que existen entre la filosof?a griega y la Tor? descubrimos que la cultura griega surge de la concepci?n de que nos encontramos dentro de un universo perfecto, inmutable (no cambiante), que siempre ha existido, y siempre existir? [3]; el cual es regido por leyes naturales igualmente inmutables. Y dicha naturaleza representa un valor absoluto incuestionable, el cual ?nicamente puede el Hombre descubrir y admirar. Bajo este esquema el ser humano es la criatura m?s desarrollada, representando el punto central, objetivo, y c?spide del universo. De tal manera que la belleza natural encontrada en el Hombre es para ellos la expresi?n m?s alta de lo est?tico y de lo hermoso, y el fil?sofo con sus elevadas ideas representa el pensamiento m?s sublime imaginable [4].
Contrastando con la concepci?n griega arriba descrita, la Tor? nos muestra una visi?n radicalmente distinta; ense??ndonos que vivimos en un universo cambiante, el cual tuvo un principio y tendr? un fin, un universo que intencionadamente ha sido dise?ado y creado incompleto; y el cual es regido por un Dios ?nico, que separado trascendentalmente de Su creaci?n, ocupa el lugar m?s alto existente, as? representando el centro del Universo, y la fuente de la verdad y la sabidur?a [5].
Dentro de esta lucha ideol?gica, cada uno de los tres decretos que Ant?oco IV (Sel?ucides), el gobernante griego impuso al Pueblo de Israel, fue una reacci?n de los griegos hacia la afrenta que ellos percib?an la Tor? presentaba a su visi?n del universo [6] [7].
Una consecuencia evidente de las ideas fundamentales sostenidas por los griegos fueron sus ideas (err?neas) respecto a la competencia. Por ejemplo, al concebir que el tiempo es circular, as? careciendo del concepto el?ptico del tiempo que el juda?smo posee, forzosamente tuvieron que llegar a la conclusi?n de que no existe avance ni progreso real ni en el Hombre ni en el Cosmos. Esta perspectiva, adicionada a los otros principios griegos arriba mencionados, hicieron del Cosmos, desde el punto de vista heleno, un lugar muy limitado.
En un universo concebido como fijo y limitado, los recursos por repartir son finitos, y los descubrimientos por hacer son contados, convirtiendo a cada individuo en un potencial competidor y contrincante, naturalmente invitando a una pugna por conquistar dichos recursos y descubrimientos.
En consecuencia, frecuentes competencias p?blicas eran llevadas a cabo en cada una de las ?reas donde pod?a demostrarse excelencia. Tanto en la alfarer?a como en la poes?a, en la pintura, la oratoria y el arte dram?tico, la gloria era la recompensa para aqu?l que mostrar? superioridad. Los Juegos Ol?mpicos, creados por los griegos y enmarcados bajo el lema de ?Citius, Altius, Fortius? invitaban a los individuos a una competencia a muerte donde la gloria era conseguida ?nicamente por el m?s r?pido, el m?s alto y el m?s fuerte dentro de todos los competidores del grupo.
Evidentemente, la competencia es una de las actividades m?s sanas que existen. Acaba con la inercia, elimina el estancamiento y la ?complacencia?, haciendo resaltar lo m?s valioso que hay en el Hombre, empuj?ndolo a dar lo mejor de s?. Y esto es algo muy positivo.
El problema yace en el sentido que los griegos le dieron a la competencia.
Esto se debe a que cuando ponemos a competir a una persona contra los dem?s, negamos uno de los principios fundamentales de la vida y del juda?smo ? el valor de la individualidad [8].
El juda?smo nos expresa esto diciendo que ?Adam fue creado como un ente exclusivo, con el prop?sito de ense?arnos que cada individuo tiene el valor de un mundo entero, y que aqu?l que salva una vida es considerado como si preservara un mundo entero…? [9].
Igualmente, el Talmud nos ense?a que ?todo artesano (om?n) odia a los que realizan su mismo oficio? [10]. La l?gica que subyace a esta declaraci?n es, que ya que el individuo puede ser reemplazado por sus competidores [11], ?l siente que no nada m?s no es indispensable, sino que ni siquiera es necesario. Este tipo de competencia da cabida a la envidia, a la baja auto-estima, y al odio. La aut?ntica armon?a y consiguiente unidad son alcanzadas cuando cada individuo percibe que sus talentos, cualidades y caracter?sticas son ?nicas y apreciadas.
El juda?smo admite que la competitividad es altamente ben?fica, e incluso una de las ideas fundamentales de la Tor? es el progreso basado en la auto-superaci?n. Pero esta competencia conlleva un sentido diferente al de los griegos: el de la competencia del hombre contra si mismo. De tal manera que la auto-superaci?n y el desarrollo ?ptimo del potencial de la persona se logra cuando la persona del d?a de hoy se mide y compara constantemente contra el de ayer y el de hace un a?o.
Adicionalmente, ya que los logros f?sicos en un torneo ol?mpico provienen, m?s que cualquier otro factor, de la superioridad gen?tica, podemos deducir que Grecia solo se glorificaba en aquello con lo que la naturaleza dot? a cada uno desde el nacimiento, construyendo una civilizaci?n sobre la idea de vencer, subyugando al Hombre a todo aquello que est? fuera de sus manos y negando el valor de lo que verdaderamente le pertenece ? la expresi?n de sus valores personales.
Para Israel, la gloria (Hod) existe solo all? donde el triunfo no es lo importante, perteneciendo ?sta ?nicamente a aqu?l que es verdaderamente libre para expresar su propio y libre albedr?o. As?, no hay situaci?n externa que afecte el Esplendor que una persona puede alcanzar, y el Hombre que camina con este brillo no conoce los celos ni la competencia. Para el juda?smo el Para?so (Olam Hab?) se construye por el esfuerzo y no por los resultados [12].
Bajo la cosmovisi?n griega, donde el Hombre representa el punto m?s alto a alcanzar, el potencial por desarrollar esta limitado al nivel de dicho Hombre. Como consecuencia, en la cultura occidental, heredera del legado griego, la mayor parte de la gente es incapaz de determinar sus fuerzas de manera independiente al medio que lo rodea, y generalmente mide sus habilidades basado en los patrones y modelos creados por los dem?s.
En cambio bajo la concepci?n jud?a, al ocupar Dios el lugar central, y Su infinita existencia, el centro y foco de nuestras vidas, nuestros horizontes se vuelven infinitos, dando a nuestro potencial una dimensi?n ilimitada. La luz de la menor?, reflejada en el sacrificio (mesirut nefesh) de los Macabeos, representa la interiorizaci?n de la ?Corona del Buen Nombre? (Keter Shem Tov) que J?nuca simboliza. Ense??ndonos a ignorar los ?standards? establecidos por los dem?s; trascendiendo los l?mites de lo imaginable y estableciendo nuevos ?standards? de pureza y sacrificio [13].
J?nuca es la fiesta de la individualidad y el momento m?s apropiado del a?o para definir quienes somos, mostrando nuestra dedicaci?n y nuestra singularidad sin la necesidad de medirnos contra los dem?s. A diferencia de los griegos, creadores del concepto ol?mpico, quienes ?nicamente encontraban el valor del individuo en t?rminos de su competencia contra otros.
Siempre que una persona (? una naci?n) carece de una clara identidad y no est? seguro de quien ?l es, val?a equivocadamente a los dem?s, pervirtiendo sus relaciones. Ya sea apreci?ndolos y admir?ndolos m?s de lo que valen, o disminuyendo su valor al punto que los deval?a.
El problema principal ocurrido durante el Galut Yav?n (Exilio Griego) fue un problema de identidad, donde los helenistas – mityavnim ? deslumbrados por la cultura y costumbres griegas se identificaron con todas las cosas griegas, buscando fuera del juda?smo todo aquello que por ignorancia, pereza y otros factores creyeron carecer en sus propias ra?ces; convirtiendo a este en uno de los Cuatro Exilios Primordiales [14]. De todo lo anterior resulta que los Macabeos, m?s que otro grupo lucharon y dieron sus vidas por afirmar y afianzar la identidad jud?a contra los valores y principios de la cultura griega.
No es la intenci?n de este ensayo menoscabar los Juegos Macabeos, los cuales son una bella celebraci?n internacional de la comunidad jud?a, uniendo a nuestra juventud en un ambiente sano de unidad y fraternidad, sino mostrar que la batalla principal y donde destacaron los Macabeos fue en la lucha espiritual, y que parte de lo que quisieron afirmar es que existe otra manera de competir ? cuando la persona compite contra s? misma para lograr su auto-superaci?n.
Por lo tanto proponemos aqu? la celebraci?n de unos verdaderos Juegos Macabeos, donde tambi?n jugara el factor espiritual y no solo se premiaran los logros f?sicos. Asimismo ser?a una afirmaci?n de nuestros valores jud?os, si en vez de que se honrara a aquel que ha vencido a los dem?s, se premiara a los individuos que en el ?ltimo a?o o en los ?ltimos cuatro a?os han logrado superarse relativamente a ellos mismos de la manera m?s destacada.
El Galut (exilio) representa el lugar y el tiempo en que la grandeza y profundidad de nuestra cultura y nuestros valores es opacada por la cultura que nos rodea. Y como lo demostr? el Galut Yav?n (Exilio griego), el hecho de poseer soberan?a pol?tica en nuestra propia Tierra de Israel cuando a la vez imitamos la forma de vivir de otras naciones no disminuye del hecho de que este se considere un exilio en el sentido espiritual [15].
Cuando nos convirtamos nuevamente a trav?s de nuestros principios morales, y no solo en base a nuestros logros dentro del mundo secular, en ?una luz para las Naciones? y en modelos a seguir de la conciencia y la ?tica universales, proyectando los valores que nuestra herencia milenaria nos ha legado, habremos terminado con este terrible exilio que nos consume. Y lograremos acercarnos y acercar al resto del mundo a la utop?a que desde el principio mismo de la Creaci?n ha sido prevista [16].
Notas:
[1] Bajo este lema que significa en griego ?el m?s veloz, el m?s alto y el m?s fuerte? quedaban enmarcados los Juegos Ol?mpicos que rutinariamente se celebraban en las laderas del Monte Olimpo.
[2] T.B. Shabbat 21b ? mitzvat J?nuca ner ish ubeito
[3] La filosof?a griega conceb?a que el tiempo es circular; o sea que tanto el hombre como el Cosmos viven un infinito n?mero de ciclos cerrados sin principio ni fin, y cada uno de los ciclos es una repetici?n exacta del ciclo anterior y del que le sigue. Esto significa que cada una de las experiencias experimentadas ha sucedido ya un infinito n?mero de veces, y volver? a suceder de exacta igual manera por todo el previsto e infinito futuro. El drama griego y la comedia griega son consecuencia de esta situaci?n donde el hombre est? condenado a vivir un futuro y eventos ya predestinados por el or?culo, por lo que todo el concepto del libre albedr?o resulta ser in?til y una farsa. De tal manera que el Hombre, como en un chiste c?smico, es solo un juguete de los Dioses y no el arquitecto de su propio destino.
[4] Dicho antropocentrismo se manifiesta en todas aquellas disciplinas que dieron fama a los griegos. Polite?stas que eran, cuando dentro de su mitolog?a retratan a los Dioses, los recortan incluso a la medida del Hombre. Sus Dioses sufren de celos y envidias, se enojan y vengan, tienen amor?os y comparten todas las pasiones que encontramos en el humano. Las artes griegas y la est?tica se basan en la belleza del ser humano y de la naturaleza. Igualmente, la Arquitectura Cl?sica ? ideada por el Hombre ? es la construcci?n m?s bella posible; y los deportes son un modelo de la superioridad f?sica del Hombre.
[5] Bajo este esquema alternativo, a pesar de que el Hombre no es el centro del Cosmos, s? ocupa un lugar central; ya que sin su aportaci?n libre y voluntaria al plan, el universo no tiene sentido alguno. Y al perfeccionarse y completar el universo se convierte en socio de Dios en la Creaci?n misma (shutaf bemaase Bereishit), d?ndole de esta manera la oportunidad de realizar un trabajo real a trav?s del cual pueda eventualmente unirse con su Creador infinito.
[6] As?, el decreto prohibiendo la circuncisi?n es evidente. El Brit Mil? (pacto de la circuncisi?n) es la m?s clara expresi?n de la cultura Jud?a, por medio de la cual el hombre recibe un universo que a gritos pide ser terminado, y lo completa. Adem?s que de acuerdo a la concepci?n griega de la est?tica, la circuncisi?n mutilaba, horror de horrores, a un ser que hab?a llegado a este mundo, en estado de perfecci?n. La santificaci?n del nuevo mes (Kidush Hajodesh) es el arma que da el Creador a su asociado ? el hombre – para que as? pueda controlar la dimensi?n del tiempo; d?ndole el poder real de determinar el d?a en que comienza el nuevo mes, y como consecuencia fijar la fecha de los Moadim ? las citas que hay entre el hombre y Dio-s. El decreto griego que prohib?a esta ceremonia, proviene de la negativa griega a considerar la naturaleza del tiempo como relativa, y a la posibilidad de que el hombre como socio de la Creaci?n sea el que le de realidad. Igualmente, el Shabat es el d?a reservado para aquellos que al participar como socios y due?os en la Creaci?n del mundo, tienen derecho a deleitarse en ?l [6]. A todos los dem?s, les corresponde meramente un d?a de descanso semanal. De esa forma pueden recuperar las energ?as gastadas durante su semana de labor, para que despu?s de resarcirse, puedan regresar y continuar su trabajo.
[7] El Maharal de Praga en el Jidushei Agadot sobre T.B. Shabat 21b explica que no es casualidad el hecho de que J?nuca dure ocho d?as, as? como el que la Ceremonia de la Circuncisi?n se lleve a cabo en el octavo d?a del reci?n nacido. El significado de esto yace en el hecho que el n?mero siete (7) es el n?mero de los d?as de la semana y por ende representa la naturaleza y sus leyes (teva), mientras que el n?mero ocho (8) representa todo aquello que se encuentra por encima de la naturaleza (lem?ala min hateva), como podr?a ser que un individuo actuando como socio en la Creaci?n, modifique y sublime el mundo al que ha llegado. Por ende es l?gico que la ceremonia de la circuncisi?n en la que el Hombre demuestra estar por encima de la naturaleza, motivo por el cual la puede moldear y transformar, debe ser al octavo d?a del nacimiento del beb?
[8] As? encontramos que Koraj reproch? a Mois?s abogando a favor de la igualdad, ?por qu? designaste a tu hermano Aar?n como Sumo Sacerdote (Koh?n Gadol), si todos los Hijos de Israel estuvieron presentes durante la revelaci?n Sina?tica – ?toda la congregaci?n es sagrada?? (Bamidbar). Basado en sus argumentos, en vez de ser criticado por la Tor?, se deber?a nombrar a Koraj ?el palad?n de la igualdad? Sin embargo, aqu? el juda?smo nos ense?a que la verdadera unidad s?lo puede ser alcanzada cuando cada miembro del Pueblo de Israel tiene una funci?n que ?nicamente ?l puede realizar, un lugar que solamente ?l puede llenar y un prop?sito que exclusivamente ?l puede alcanzar. Por consiguiente, la igualdad no s?lo no es equivalente a la fraternidad, sino que se contrapone a ?sta, negando de ra?z el celebre lema de la Revoluci?n Francesa ?Equalit?, Libert?, Fraternit??. [Esta verdad fue evidentemente demostrada bajo el Terror Jacobino que sigui? a la Revoluci?n]. La propuesta de Koraj implicaba tener una Naci?n de 600,000 individuos intercambiables y separados; lo cual eventualmente hubiera llevado a la divisi?n y desintegraci?n del Pueblo. Mientras que la postura de Mois?s (y de la Tor?) en la que se asigna a cada quien el puesto para lo que es m?s apto, promov?a la armon?a y por ende la verdadera unidad [Debido a las cualidades especiales de Aar?n, ?ste era el m?s adecuado para ocupar la Kehun? Guedol?]. As? la verdadera uni?n se logra solo cuando se validan todas y cada una de las visiones particulares, completando el gigantesco y maravilloso rompecabezas de la compleja realidad establecida por Dios.
[9] T.B. Sanedr?n 37 a
[10] Bamidbar Rab? 13:15,16. Z?har I pp.47b
[11] El t?rmino mismo de ?competidores?, nos habla de la lucha que hay por ocupar un lugar, negando que ?el sol salga para todos?.; en una concepci?n del mundo y la vida, resultado de la limitada Cultura y Filosof?a Griega que permea la Civilizaci?n Occidental.
[12] Rav Matityahu Weinberg; Patterns in Time ? Chanuka.
[13] As? encontramos el concepto del Shem dentro de los s?mbolos de J?nuca: En el Shemen ? aceite ? que dur? ocho d?as en vez de uno; en los ocho (Shemon?) d?as de J?nuca; y en el nombre mismo de los Jashmonaim.
[14] Grecia representa el Joshej ? la oscuridad – en el vers?culo Bereshit 1:2 de acuerdo a Nuestros Sabios.
[15] Maharal en Netzajh Israel C?p. 2/3
[16] As? Maim?nides (el Rambam) en el Yad Hajazak? Hiljot Melajim 12:5 describe la era Mesi?nica como una donde ya no habr? ni hambre ni guerras, ni rivalidad competitiva (tajarut), ni envidia…..