El D?ios de los Esp?ritus – Comentario a la parash? de Pinj

42 ?estaciones?

El final del viaje se acerca. Despu?s de la salida de Egipto, el pueblo ?se entretiene? en el desierto durante cuarenta a?os, para saldar la deuda contra?da al no querer entrar a la Tierra Prometida cuando deb?an hacerlo.
Son casi cuarenta a?os muy duros. Casi cuarenta a?os de enfado, en los que no aparece ninguna profec?a dirigida a Mosh?. Vimos que entre el cap?tulo 19 y el 20 pasaban los 38 a?os del castigo, sin ninguna referencia, sin ning?n detalle.

Parece ser que tampoco se movieron mucho. De las cuarenta y dos ?estaciones? que tuvieron en el viaje, veintid?s fueron antes del castigo o ya en el ?ltimo a?o, cuando se dirig?an a la Tierra Prometida. Quedan veinte ?estaciones? para treinta y ocho a?os. Y, seg?n nos indican los Sabios, mencionado por Rashi en Dvarim 1:46, diecinueve a?os los hicieron en un mismo lugar, en Cadesh. En los otros diecinueve, un viaje cada a?o.

El pueblo est? ya cansado, como vimos en el cap?tulo 21 de nuestro libro de Bmidbar, ya no tienen mucha paciencia. Quieren llegar a la Tierra Prometida.

Se?ales para los viajes

Y resulta que este viaje es mucho m?s complicado de lo que podr?a parecer al principio. Nuestros Sabios toman estas cuarenta y dos ?estaciones? o acampadas del Pueblo, como se?ales para los viajes que cada uno de nosotros lleva a cabo a lo largo de su vida hacia la meta. Cada uno con su meta particular, con sus problemas, sus enredos, sus crisis y sus peque?as victorias. Algunos se enredan m?s en una ?estaci?n? y otros pueden casi salt?rsela.

Si sabemos leer correctamente las vicisitudes de cada una de estas acampadas podremos sonsacar algunos datos importantes para nuestra vida particular. Cada uno con su propia perspectiva particular, familiar, seg?n las circunstancias de su generaci?n, de su sociedad, de su ambiente. Casi imposible transferir de uno a otro el significado, a no ser que lo hayas estudiado a fondo, con sus comentaristas cl?sicos, en el Talmud, en el Midrash, que aportan puntos de vista a veces extravagantes para quien no tiene la agudeza de los que dedican interminables horas de estudio para descifrar las inc?gnitas de la Tor?.

La Tor?, ya lo sabemos, no es un libro de historia sino un libro de profec?a. Los datos hist?ricos que aparecen en ?l est?n ah? para ense?arnos algo a nosotros, tres mil trescientos a?os m?s tarde. Y no solo a los particulares sino, principalmente, al Pueblo en general.

As?, pues, estas cuarenta y dos ?estaciones? lo son tambi?n del viaje nacional a trav?s de di?sporas, de emigraciones y de expulsiones de un lugar a otro, de un pa?s a otro. Hay un antes y un despu?s de cada una de las estaciones. Un motivo y una consecuencia. Y seg?n como lo llevemos en aquel momento, los resultados ser?n m?s f?ciles o m?s pesados.
En todo este largo viaje, est? el l?der de Israel, atento a cada uno de los miembros del pueblo, marcando el paso y se?alando la meta.

Ra?ya Mhemna

Mosh? es el Ra?ya Mhemna, el Fiel Pastor, como le llama el Z?har. Un l?der para quien cada individuo de su reba?o es importante. No sobra nadie; todos merecen su atenci?n y su dedicaci?n.

Si este l?der nos hubiera acompa?ado en la entrada a la Tierra de la Profec?a, todo hubiera sido muy diferente. Las batallas hubieran tenido otro aspecto, otro resultado. No tendr?amos que haber esperado cuatrocientos ochenta a?os para llegar al Templo. Todo hubiera sido m?s r?pido.

?Ah! Pero nosotros no nos entusiasmamos con la velocidad si no va acompa?ada por el proceso espiritual interno de cada uno. Cuando alguien se da demasiada prisa puede estar salt?ndose fases importantes de su desarrollo, que le pasar?n factura cuando menos se lo espere. La ca?da puede ser desastrosa.

Si este l?der hubiera dirigido la entrada a la Tierra de la Vida, hubi?ramos podido creer que hab?amos ya superado las fases del proceso, para descubrir con la desaparici?n del l?der que tan solo est?bamos deslumbrados por el sol brillante que nos supon?a la figura de Mosh?, un Superman que hab?a pasado largos d?as con la Shjin?. Y que no hab?amos hecho los deberes correctamente y nos faltaban puntos.

Si Mosh? hubiera construido el Templo, ser?a eterno e indestructible, y el castigo por las faltas hubiera reca?do directamente sobre los miembros del pueblo, con grave peligro de exterminio irremisible. La desaparici?n del l?der en esta fase hubiera causado una crisis demasiado grave para el pueblo. Y por esto, Mosh? no pod?a entrar a la Tierra de la Profec?a.
Mosh? hubiera quemado etapas, hubiera infundido valor a la gente para dar pasos decisivos. Hubiera escudri?ado los corazones de cada uno, encontrando los resortes necesarios para movernos hacia la meta. Con el grave peligro de que la gente no hubiera hecho bien los deberes para descubrirlo demasiado tarde.

Calma y paciencia

Nos hemos acostumbrado desde nuestros Patriarcas que las cosas no se hacen as?. Hemos aprendido a tener mucha paciencia, a hacer las cosas concienzudamente, con calma.

Lo que no hemos vuelto a tener ha sido un Fiel Pastor como Mosh?. El profeta Yejezquel (Ezequiel), entre otros, se queja que los l?deres del pueblo no cumplen con su deber al poner sus intereses personales por delante de los nacionales. Ni siquiera David y Shlom? pudieron igualarle.
?D?ios de los Esp?ritus? ? clama Mosh? (Bmidbar 27:16). ?Este pueblo necesita un l?der que sepa salir ante ellos y entrar ante ellos?? Un l?der que sirva de ejemplo para todos y cada uno de ellos.

?D?ios de los Esp?ritus? es una expresi?n especial. Los ?esp?ritus? son los de cada uno de los Hijos de Israel. No hay dos personas que piensen igual, que obren igual ante un est?mulo id?ntico. Todos ellos son independientes, tienen su propia personalidad y no quieren convertirse en ?reba?o?. Y quien los conduzca debe tener cualidades extraordinarias, ya que cuando no quieren ser ?reba?o?, el pastor va a tener muchas dificultades.

Pastor de Esp?ritus

En realidad, cuando Mosh? apela al ?D?ios de los Esp?ritus? est? insinuando, o declarando, que el l?der debe ser un ?Pastor de los Esp?ritus?; alguien que sepa comprender las necesidades de cada uno, que sepa identificarse con ellos y permitir que ellos tambi?n se identifiquen con ?l. ?Casi nada!

El Creador, efectivamente, le contesta diciendo que Y?hosh?a ser? quien gu?e al pueblo en la nueva fase. ?Un hombre que tiene ?Esp?ritu? en ?l? (id. 27:18); ?que pueda ir con el esp?ritu de cada uno?, dice Rashi. Con una gran diferencia: Y?hosh?a no deslumbra a nadie. No es un sol radiante, sino una luna llena.

La luna, aun cuando est? llena y reluciente, permite ver la luz de cada una de las estrellas, por peque?as que sean. Permite que cada uno desarrolle su propia personalidad, a su ritmo. Esto enreda mucho el proceso, no podremos ir tan r?pido como con Mosh?, tardaremos siglos en construir el Templo, habr? muchos tropezones. Pero ser? un proceso m?s seguro.

Cada l?der tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La gran ventaja de Mosh? es que, al conocer el potencial de cada uno, puede ayudarle a disipar sus dudas, a empujarle a superar sus titubeos. La ventaja de Y?hosh?a es de dar tiempo al tiempo, de esperar a que cada uno descubra el camino por s? mismo, luche desde cero hasta llegar a su autorrealizaci?n.

Sicolog?a sagrada

Las cuarenta y dos ?estaciones? deben ser superadas, con un l?der o con otro, que nos ayude y empuje a sacar de nosotros mismos lo mejor de lo mejor. Nuestras capacidades y nuestro potencial son enormes, por esto nos perdemos. El l?der, que penetra en los ?esp?ritus? de cada uno, debe saber guiar al particular y al conjunto. Pero, ?c?mo penetrar en los esp?ritus de los dem?s? ?En qu? tipo de sicolog?a podemos confiar para ello?

El Gran Rabino de Israel, el rav Avraham Yitsjac Hacohen Cook, explica que en la Sabidur?a de la Santidad del juda?smo, en el llamado ?misticismo? o ciencia oculta, se encuentran los ingredientes necesarios para que el gran l?der o el peque?o sic?logo sean capaces conocer las almas, capaces de guiar a la gente. No solo a los descarriados, sino tambi?n a aquellos que conocen el camino y aun as? necesitan un apoyo, un aliento, un empuj?n.

El D?ios de los Esp?ritus sigue gui?ndonos por medio de sus fieles alumnos, hasta que llegue (ya falta poco) el rey a quien esperamos, el Ungido por el Creador, el verdadero y definitivo Mash?aj (Mes?as), que gu?e no tan solo a los Hijos de su Pueblo, sino tambi?n al resto de las naciones.

One thought on “El D?ios de los Esp?ritus – Comentario a la parash? de Pinj

  • August 11, 2016 at 2:21 pm
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    Curioso! Han pasado 3000 a?os y el discurso de Ezequiel sigue siendo v?lido. D?nde est? nuestro l?der. Qu? hay en los cielos ? Sordera.

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