Rabino Eliahu Birnbaum
La vida del patriarca Iaak?v est? signada por las constantes crisis entre sus sue?os y la realidad.
Cuando sali? de la tierra de Cn?an, so?? la escalera, que determin? las experiencias que vivir?a hasta su regreso, cuando so?? el enfrentamiento con el ?ngel divino.
Desde su propio nacimiento, debe enfrentar siempre todo tipo de conflictos y dificultades; tanto internas como en su relaci?n con el mundo que lo rodea. Se pelea con su hermano antes del parto; m?s tarde, le compra la primogenitura; participa del enga?o en las bendiciones de su padre, defendiendo su derecho a la primogenitura adquirida y se ve obligado a huir hacia Jar?n.
All?, trabaja durante catorce a?os en la hacienda de Lav?n, y es enga?ado por ?ste, que le entrega a Le?h por esposa en lugar de Raj?l; huye finalmente de su suegro; lleno de temor y aprehensiones se encuentra con su hermano Es?v; su hija Dina es violada; sus hijos odian al favorito Ios?f, quien m?s tarde desaparece; y para terminar, desciende a Egipto en medio de la hambruna, y es all? donde muere.
La vida de Iaak?v es un ejemplo digno de estudio, para dirimir c?mo reaccionan los hombres cuando corren riesgo de ser avasallados por dificultades y contratiempos.
En ese marco, es f?cil observar tres patrones de conducta habituales. La primera alternativa deriva del optimismo ingenuo y radical caracter?stico de Leibniz: “las dificultades no existen, s?lo la imaginaci?n del hombre es responsable de crear al mal y a sus consecuencias”.
En segundo t?rmino, est?n quienes reconocen la realidad con su compleja amalgama de elementos positivos y negativos, pero levantan las manos sinti?ndose impotentes cuando sobreviene una dificultad en el camino. Cualquiera de estas dos posibilidades, en tanto nacen de una distorsi?n de la realidad objetiva o subjetiva, son peligrosas para el hombre, y lo dejan pasivo e indefenso frente a la realidad.
La tercera alternativa, ?nica en la que una persona puede resolver eficazmente su relaci?n con la realidad, es enfrentarla con todo su conocimiento y sus fuerzas. Esta es la opci?n que representa la vida de Iaak?v, quien enfrenta constantemente los desaf?os que tiene por delante, sin resignarse jam?s a levantar sus brazos en se?al de impotencia. El momento crucial de la lucha de Iaak?v se da durante su enfrentamiento nocturno con el ?ngel. En este relato se pierden los l?mites entre sue?o y realidad, entre el so?ar despierto o dormido.
Se nos plantea la situaci?n como un sue?o, mas este sue?o proyecta luminosamente sus consecuencias en la realidad. Al cambiar, en la culminaci?n del sue?o, el nombre de Iaak?v por Israel, cambia tambi?n su propio destino particular; y con ?ste, el de su descendencia toda. El pueblo y el Estado de Israel (tal el nombre que tom? su descendencia, en lugar de Iaak?v o Iehud?), fieles al arquetipo heredado, han demostrado siempre que saben luchar, enfrentarse y defenderse. Pero tambi?n hoy d?a, algunas veces, el pueblo de Israel se queda solo en la nocturna oscuridad, hasta que llega el alba y aparece herido y cojeando por el combate mantenido, pero lleno de nuevas fuerzas para continuar.