Por MICHAEL FREUND – Jerusalem Post
A principios de este a?o, en un d?a luminoso y soleado, en la ciudad de Jerusal?n, un ni?o y su familia celebraron un entusiasta – aunque algo tard?a – victoria sobre la Inquisici?n espa?ola y sus secuaces.
Mientras su madre y su abuela observaban, Baruj Israel de 13 a?os de edad se puso Tefil?n por primera vez en el Muro Occidental antes de su Bar Mitzv?, envolviendo cuidadosamente las tiras de cuero alrededor de su brazo justo como los jud?os han hecho por generaciones anteriores a recitar oraciones de semana d?a de ma?ana.
S?lo que no se trataba de un rito ordinario de paso para Israel y sus parientes: Fue la primera vez en m?s de500 a?os que alguien en su familia fue capaz de celebrar la entrada de un hombre jud?o a la edad adulta y la aceptaci?n del yugo de los mandamientos.
Nacido en la ciudad de Elda en la provincia de Alicante, en el sureste de Espa?a, Israel y su familia son Bnei Anusim (a quien los historiadores se refieren con el t?rmino despectivo ?marranos?).
Sus antepasados jud?os fueron obligados a convertirse al catolicismo durante los siglos XIV o XV, s?lo para ser perseguidos por los fan?ticos de la Inquisici?n, quienes trataron de acabar con cualquier actividad cripto-jud?a clandestina.
En la imaginaci?n popular, la Inquisici?n espa?ola y la expulsi?n de los jud?os de Espa?a est?n interconectados, entrelazados y se confunden a menudo, a pesar de que la primera comenz? antes de 1492 y continu? mucho despu?s.
A nivel hist?rico, sabemos que en a principios de 1391, un siglo antes de la expulsi?n de los jud?os de Espa?a ? tuvieron lugar pogromos antisemitas generalizados en todo el pa?s, dejando miles de muertos y muchas comunidades devastadas. En las d?cadas que siguieron, hubo olas de conversiones forzadas como parte de un entorno cada vez m?s hostil y peligroso para los jud?os. Esto lleg? a un punto culminante en 1492, cuando el rey Fernando y la Reina Isabel dieron a los jud?os restantes de Espa?a una elecci?n extrema: convertirse o abandonar para siempre.
Un gran n?mero eligieron el exilio. El historiador estadounidense Howard Morley Sachar ha estimado que el n?mero de jud?os exiliados de Espa?a se estima en 100.000, mientras que el investigador de la Universidad Hebrea Haim Beinart ha puesto el total en 200.000; otros han hablado de m?s.
Pero un n?mero incalculable de jud?os convertidos a la fuerza, as? como aquellos que voluntariamente se sometieron al bautismo se quedaron.
Muchos de estos Bnei Anusim (palabra hebrea para “descendientes de los que fueron coaccionados”) intentaron seguir aferr?ndose a la pr?ctica jud?a, transmitiendo su herencia secretamente de generaci?n en generaci?n.
Seg?n el historiador contempor?neo Cecil Roth, la Inquisici?n asesin? a m?s de 30.000 de estos “jud?os secretos”, mientras que muchos otros fueron condenados por preservar en secreto las pr?cticas jud?as.
Sus descendientes viven ahora en todo el mundo de habla hispana y portuguesa, y en los ?ltimos a?os un n?mero creciente de Bnei Anusim de toda Europa, Am?rica del Sur y partes de los EE.UU. han comenzado a regresar a Israel y al pueblo jud?o.
Para Baruj Israel y su familia, su regreso a casa comenz? como una b?squeda espiritual, pero culmin? en el descubrimiento de su patrimonio ancestral. Sara explica que su madre, ahora conocida como Shulamit, hab?a pasado muchos a?os buscando, anhelando descubrir “la verdad de la existencia de D-ios. Busc? en el vegetarianismo, la naturopat?a, yoga, incluso diferentes religiones”. Pero ninguno de ellos le proporcion? las respuestas, o significado, que ella estaba buscando.
Luego, en el 2007, se encontr? con el rabino Nissan Ben-Avraham, emisario de Shavei Israel – organizaci?n que presido – en Espa?a.
“Fue entonces cuando descubrimos nuestra verdadera identidad”, dice Sara, y agreg? que “esta necesidad de introspecci?n” result? ser una expresi?n profunda de largas oculta ra?ces jud?as de su familia.
Inesperadamente, Sara relata, una serie de costumbres inusuales de su familia entr? en mayor relieve. Por ejemplo, cada una de sus abuelas hab?an mantenido dos cocinas en sus hogares “una que estaba siempre limpia y que no se utilizaba” una pr?ctica tal vez sugestiva de mantener Kosher y separar la carne de la leche.
En la primavera, su abuelo sol?a limpiar las ollas y sartenes en la cocina de una manera curiosa, eliminando todos los tornillos de las asas y sumergi?ndolos en agua, que es similar a c?mo los utensilios de cocina son kasherizados para Pesaj.
“Recuerdo que le dec?a: ‘Abuelo, estas ollas son tan baratas, ?por qu? no comprar otras nuevas?'”, recuerda Sara.
Su familia nunca asist?a a la iglesia, algo que era una rareza en la ciudad rigurosamente cat?lica en la que viv?an, y encend?an velas conmemorativas cada a?o por seres queridos. Y luego Sara se enter? de que el apellido de la familia, Pardo, era un apellido jud?o sefard? tradicional – que hab?a sido compartido por muchos rabinos prominentes y l?deres comunales.
En el 2007, Sara asisti? al seminario anual de Shavei Israel para Bnei Anusim en Espa?a, que se celebr? ese a?o en Palma de Mallorca. “Ese fue nuestro primer contacto real con otras personas con or?genes Bnei Anusim”, detalla Sara. La familia asisti? a reuniones posteriores, y Baruj y su abuela viajaron a Israel por primera vez en un viaje patrocinado por Shavei Israel. “Todas estas experiencias nos dieron el impulso que necesit?bamos para seguir adelante.”
En el proceso, la familia comenz? a vivir una vida jud?a observante en Espa?a. “Dejamos de comer cualquier alimento prohibido por la Tor?, puse Mezuzot en casa y comenzamos a guardar Shabat. Baruj fue circuncidado por un cirujano jud?o y Mohel “, Sara afirma.
Est? de m?s decir que los cambios en su estilo de vida resonaron m?s profundamente en Baruj. “Si ?bamos a alguna parte, no pod?a comer muchas de los cosas que sirven. No celebraba eventos escolares tales como el carnaval, que es realmente una fiesta pagana, ni tampoco iba a la escuela en las fiestas jud?as”, Sara recuerda. Cada vez m?s, “familiares, amigos y vecinos, que sab?an que practicamos el juda?smo, nos dec?an que deb?amos irnos a vivir a Israel”.
Despu?s de someterse a una conversi?n formal al juda?smo bajo los auspicios del Gran Rabinato de Madrid, la familia hizo ali? en el 2012 y se instal? cerca de Jerusal?n.
Sara ahora trabaja en una guarder?a para ni?os, mientras asiste al ulp?n (“estoy en nivel guimel ahora”, informa con orgullo). Baruj, mientras tanto, pr?spera. “Se ha vuelto completamente israel?, con muchos amigos que lo aman”, dice Sara. Le est? yendo muy bien en la escuela, consiguiendo 100 en sus clases de Mishn?, Tor? y Talmud.
“Dios nos ha enviado maravillosas personas que se preocupan por nuestro bienestar”. Entre esas personas maravillosas se encuentran sus vecinos, la familia Dimri y que han tomado a los nuevos inmigrantes bajo sus alas. La influencia de Yonatan Dimri ha sido particularmente importante, Sara insiste, porque Baruj creci? sin padre (sus padres se divorciaron cuando ?l era muy joven).
As? que cuando Baruj recibi? su primer par de Tefil?n, fue Yonatan quien le mostr? c?mo pon?rselos y organiz? la ceremonia en el Muro Occidental.
Sara est? euf?rica al ver a su hijo convertirse en Bar Mitzv? en Israel, y ver el cumplimiento de tantos sue?os – suyos como los de sus antepasados jud?os ib?ricos.
“Estamos seguros de que nuestros padres est?n felices por nosotros y orgulloso que hemos regresado a nuestro pueblo”, dice Sara. “Y ellos sin duda, est?n saboreando nuestra victoria sobre la Inquisici?n, que al final no pudo lograr su objetivo de suprimir el alma jud?a de nuestra familia”.
Baruj dice que ahora espera poder unirse al ej?rcito israel? despu?s de la escuela, para poder ayudar a defender a la Tierra de Israel y al pueblo jud?o.
En todo el mundo, hay muchos m?s Bnei Anusim como Baruj, Sara y Shulamit, personas cuyos antepasados eran jud?os y fueron arrancados de nosotros en contra de su voluntad bajo la m?s calamitosa de las circunstancias.
Y un n?mero creciente de ellos desean regresar.
Con emisarios en Espa?a, Portugal, el sur de Italia y Sicilia, adem?s de Colombia, Brasil, El Salvador y otros, Shavei Israel es actualmente la mayor organizaci?n que asiste a los Bnei Anusim.
Lo hacemos porque, como Sara pone tan elocuentemente, “los Bnei Anusim somos parte del pueblo de Israel, y todos somos responsables unos por los otros”.
Es hora de que el Estado de Israel reconozca a los Bnei Anusim, les extienda su mano y les d? la bienvenida a casa. Se lo debemos a ellos, as? como a nosotros mismos, para corregir el error hist?rico que se hizo con ellos. A pesar de que pasaron m?s de cinco siglos, todav?a no es demasiado tarde.
El autor es fundador y presidente de Shavei Israel (www.shavei.org), que ayuda a las tribus perdidas y comunidades jud?as ocultas a retornar al pueblo jud?o. En el pasado, se desempe?? como asesor del primer ministro Benjam?n Netanyahu durante su primer mandato.
Esta claro que los anusim estamos de regreso, en mi caso lo tengo muy claro de donde vengo. Pienso que es un error pedir genealog?a hasta la fecha de la conversi?n forzosa, porque…?? Porque en la guerra civil espa?ola se quemaron muchas iglesias, ayuntamientos y con estos libros sacramentales y documentos. En Espa?a es casi imposible remontarse a estas fechas, aparte que los conversos sufrieron una di?spora en el interior de la pen?nsula que dur? mas de dos siglos y gran parte de los ni?os nacidos en este periodo de tiempo no fueron registrados en ning?n sitio ya que nac?an en labranzas de campo o caba?as apartadas de n?cleos urbanos, entre otros……Lo dice un descendiente directo por ambas partes, y siempre nos contaron en casa muchas historias sobre esto y mucho mas. Para poder facilitar el regreso de los millones de anusim que estamos en Espa?a lo mas recomendable y fiable seria guiarse por apellidos y pruebas de ADN. Ah? sale si se es por parte de padre, de madre, o de ambos….Saludos
Se en tiende por Bnei Anusim a quellos que fueron forzados por el Catolicismo a convertirse.?Y los que creemos en Yesh?a,dejamos por ello de ser Anusim?.?No ser?a injusto ahora “obligar” a los creyentes en Cristo(Mash?aj) a cambiar de “religi?n”?.O somo todos o ninguno.
Bnei Anusim son todos los descendientes de los que fueron forzados a convertirse, eso no se puede cambiar. Pero solo quien acepta la fe en el juda?smo es quien puede retornar.