El hombre que se trasciende a s? mismo – Parashat Vayer

Por Rabino Eliahu Birnbaum

adi_holzer_werksverzeichnis_835_abrahams_opferAbrah?m se perfila, a esta altura de su biograf?a, como un librepensador que puede -honestamente- no aceptar la concepci?n de vida mayoritaria de su ?poca; un hombre valiente, inconformista, que no se rinde ante los conceptos cl?sicos y no teme enfrentarse al mundo cultural y social. Abrah?m es, a su vez, un guerrero y hombre que se desvela por su familia, por su pr?jimo y por toda la sociedad. Es un hombre excepcional que pregunta y cuestiona porque quiere entender.

Nos encontramos, en primer t?rmino, con el episodio en que aparecen tres desconocidos atravesando la tierra de Abrah?m, y ?ste les ruega que acepten su hospitalidad. No les vende un servicio, sino que para ?l es antinatural no brindar comida y reposo a quien pasa cerca de su morada. La necesidad de justicia y la vocaci?n de servir a los dem?s se hacen presentes en todos los momentos cruciales de su vida. En esta parash?, Dios est? decidido a acabar con las ciudades de Sd?m y Amor?, y Abrah?m le increpa: ݿAcaso el Gran Juez no har? justicia?, y le desaf?a a responder por los cincuenta justos que quiz? haya en la ciudad. Pero luego comienza a bajar la cuota: Abrah?m se inquieta ante la posibilidad de injusticia para con un s?lo ser humano.

Finalmente, Dios le acepta perdonar a la ciudad si hay en ella siquiera diez personas justas.

Con todo, y mal que pese a Abrah?m, los designios divinos son inefables. Cuando los ?ngeles – tales eran los hombres que Abrah?m hab?a hospedado- llegan a Sd?m, Lot, sobrino de Abrah?m, les ofrece hospitalidad. Todos los habitantes de Sd?m quieren atraparlos para ejercer sobre ellos su perversidad. Ante la impotencia de Lot para resolver la situaci?n, los ?ngeles le ordenan huir con su esposa y sus dos hijas, y se disponen en nombre del Creador, a arrasar la ciudad y aniquilar a sus habitantes. Otra vez se ve aqu? la verticalidad con que obra la mano de Dios a la hora de resolver una crisis. Mientras Sd?m y Amor? son arrasadas en medio de azufre y llamaradas, y Lot huye con su familia con la prevenci?n de que nadie de su familia vuelva la vista atr?s, su esposa cede a la tentaci?n y desobedece la orden e inmediatamente queda convertida en una estatua de sal. Los ?ngeles hab?an anticipado a Abrah?m y Sar? que, al cabo de poco tiempo, tendr?an un hijo. Sar?, a partir de lo il?gico que ello ser?a a su avanzada edad, hab?a re?do ante la sola idea de que tal cosa ocurriese. Al cabo de alg?n tiempo, Sar? queda efectivamente embarazada y da a luz un hijo, al que Abrah?m pone por nombre Itzj?k. Generando una l?nea de continuidad para el pacto de palabra y sangre que hab?a sellado con el Creador, Abrah?m circuncida a su hijo a los ocho d?as de nacido. Tiempo m?s tarde, el Creador pondr? a prueba la devoci?n de Abrah?m una vez m?s, solicit?ndole el sacrificio de su hijo; y demostrar? su magnanimidad, y su reticencia a admitir muertes en vano, al contentarse con la intenci?n de Abrah?m, y no permitirle consumar el sacrificio de su ?nica y entra?able descendencia.

2 thoughts on “El hombre que se trasciende a s? mismo – Parashat Vayer

  • October 29, 2015 at 2:34 pm
    Permalink

    Estimado Rabino Eliahu Birnbaum,
    no puedo estar en absoluto de acuerdo con la interpretaci?n literal. Abraham, como hombre libre, librepensador y justo, deber?a haberse negado al sacrificio de su hijo Itzj?k. El sacrificio humano era una pr?ctica habitual entre los “salvajes” hasta que fue Abraham quien acab? con esta pr?ctica. La escenificaci?n es otra cosa, pero aunque Abraham hubiera sabido de antemano el desenlace final, deber?a haberse negado a sacrificar a su hijo Itzj?k. Todo esto desde el punto de vista estrictamente literal. En el plano simb?lico, Abraham sacrifica una parte de la personalidad de su hijo Itzjak (su parte de “cordero” simb?lico) para dejar ?nicamente su “oveja” simb?lica. En este sentido s? hizo bien Abraham corrigiendo mediante el rito los aspectos de la personalidad de su hijo menos adecuados para continuar la herencia de su padre Abraham como fundador de la estirpe que luego ser?a el pueblo de Israel. En la actualidad, el equivalente al sacrificio de Itzj?k ser?a el hecho de que un hijo se eduque en un colegio religioso, donde se procura refinar el pensamiento, las ideas y conductas del ni?o para que adquiera una conciencia religiosa y de la dimensi?n divina. Al hacer esto se sacrifica una parte del ni?o, pero es para bien, para formar un hombre que pueda continuar la tarea iniciada por Abraham de rectificar el mundo.

    Reply
  • November 10, 2015 at 2:11 am
    Permalink

    Buscando mi decendencia , mi bisaabuelo se llamaba Ramon Salazar Noriega, nacio en Cuba, nos hablo su decendencia de Islas Canarias, queria saber si tengo herencia sefardita, otros apellidos mesa, diaz, calero

    Reply

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.