Por Brian Blum
En 1536 Portugal expandi? la inquisici?n espa?ola a su territorio, dirigi?ndose a jud?os que se hab?an convertido al catolicismo para escapar la persecusi?n, pero que eran sospechosos de seguir practicando el juda?smo en secreto. Muchos de estos Anusim (cripto-jud?os, conocidos como conversos o marranos) escaparon de Espa?a hacia Portugal, y cuando la inquisici?n los persigui?, se escaparon nuevamente, esta vez a Holanda, donde afortunadamente fueron bienvenidos y les permitieron reiniciar sus vidas. La seguridad que sintieron en Amsterdam, en particular, permiti? a las nuevas comunidades jud?as practicar nuevamente el juda?smo en forma completa y abierta.
En 1614, el primer cementerio jud?o fue establecido en Amsterdam. El cementerio celebr? sus 400 a?os el ?ltimo diciembre, y el Rabino Elisha Salas, emisario de Shavei Israel para los Bnei Anusim de Portugal, fue invitado a asistir a los festejos.
Para el Rabino Salas, quien se encuentra ubicado en Belmonte, Portugal, y trabaja con los Bnei Anusim, algunos de los cuales solo ahora est?n descubriendo sus ra?ces, fue una inspiraci?n ver como anusim hace cientos de a?os atr?s encontraron libertad para abrazar su herencia.
“Uno podr?a pensar que, debido a la enorme fuerza de la inquisici?n, los anusim que se escaparon a Amsterdam deb?an continuar escondiendo su nombre jud?o?, dice. ??Pero lo que vi en el cementerio de Amsterdam y en los fundadores de la sinagoga y comunidad jud?a, no eran nombres alemanes sino portugueses!?
Las celebraciones incluyeron plegarias en la Esnoga (sinagoga portuguesa de Amsterdam que fue fundada en 1671), una visita al museo jud?o y una visita a la biblioteca Etz Chaim que pertenece a la familia Montezinos.
Antonio de Montezinos fue un viajero portugu?s y Marrano que en 1644 convenci? a Menash? ben Israel, Gran Rabino de Amsterdam, de haber encontrado a una de las Diez Tribus Perdidas en la selva del Ecuador. Esto result? en el libro La Esperanza de Israel, que se convirti? en un bestseller en 1655.
Lo mejor del fin de semana, por supuesto, fue la visita al cementerio. El Rabino Salas plant? all? un olivo que trajo consigo desde el pueblo de Alentejo en Portugal. ?El olivo es un s?mbolo de uni?n entre el pasado y el presente, entre Portugal y Holanda?, explica. El olivo tiene un significado particular para el juda?smo. ?Es mediante el mismo que extraemos el aceite para las velas de shabat y j?nuca que nos iluminar?n en esta pr?xima festividad en Belmonte… y en el mundo?.
Al t?rmino de la visita, el Coro Sefarad? de Amsterdam homenaje? al grupo con canciones que recuerdan la larga historia de los jud?os tanto en Portugal como en Holanda. El Rabino Salas se conmovi? profundamente. ?Su hermoso canto nos transport? a todos a nuestra amada Israel, con la antigua fe que nos mantiene a lo largo de nuestros viajes en tantos pa?ses y durante tantas ?pocas?, dice.
La historia de los Bnei Anusim de Amsterdam, los cuales reclamaron su herencia luego de ser expulsados de sus casas en Portugal, y que influenciaron tan orgullosamente el desarrollo econ?mico e intelectual de muchas de las tierras donde se acentaron los holandeses en los siglos siguientes, es sumamente inspirador. Cu?nto m?s para los Bnei Anusim de hoy en d?a, quienes con la ayuda del Rabino Salas, tienen la oportunidad de hacer historia nuevamente.