Por Rabino Nissan Ben Avraham
La parash? de Mishpatim es una de las que contiene m?s mandamientos en la Tor?: 17 activas y 27 prohibiciones, 44 en total. Casi todos ellos son mandamientos sociales, o relacionados directamente con la sociedad. De aqu? se aprende en el Talmud, en el tratado de Baba Kama, qu? hacer en caso de haber causado da?os a los vecinos: da?os corporales que hace una persona a otra (heridas, etc.), o las propiedades de uno al cuerpo de otra persona (como por ejemplo mordidas de perro, etc.), y a continuaci?n los da?os causados a la propiedad de otra persona, tanto si se los causa la persona misma (robo, etc.) como si la causa su propiedad (un toro que cornea una vaca, etc.).
En cada uno de los casos podemos encontrar unas propiedades especiales que nos permiten construir una escala de valores, como ya hace el mismo Talmud, con las soluciones, las multas, etc., que el Tribunal debe despachar en cada caso.
Derivados del asesinato
La parash? desarrolla al principio, desde el vers?culo 12 del cap?tulo 21 hasta el vers?culo 27 del mismo, las leyes correspondientes al da?o corporal, de persona a persona. En realidad, todos ellos son derivados del asesinato: al comienzo el asesinato est? claro, tanto si es alevoso como si es inintencionado. Luego llegan otros tipos de asesinato, menos claros. Las heridas, cuando hay derramamiento de sangre externo o interno, son tambi?n peque?os asesinatos y cuando quien ha sido herido es uno de los progenitores, este derramamiento de sangre se convierte en grave ofensa.
Lo mismo al privar de su libertad, o al fomentar por medio del insulto o la maldici?n los aspectos negativos de una persona, es un asesinato de su personalidad, que debe ser libre y con los aspectos positivos muy bien desarrollados. Y cuando las heridas son tan graves que el herido debe ser atendido, el agresor ser? detenido hasta que podamos saber si merece el castigo grave o no. Incluso los esclavos, que antiguamente ten?an valor de meros objetos, en el pueblo de Israel eran considerados como personas humanas a quienes no se puede maltratar y se les infiere una herida o un defecto que no tiene cura deber?n ser liberados inmediatamente.
A partir del vers?culo 28 y hasta el vers?culo 12 del cap?tulo 22, est?n el resto de los da?os, o sea, cuando una persona da?a a una propiedad, una propiedad a una persona, o una propiedad a otra.
Un nivel m?s alto de comportamiento
Hasta ahora las leyes pod?an considerarse m?s o menos ?normales? y muchas sociedades las adoptar?an sin m?s problemas. Pero a partir de ahora comienzan leyes de un nivel m?s elevado y a partir del vers?culo 24 llegamos a un nivel ya realmente muy alto.
En estos dos niveles que hemos mencionado ahora, en el vers?culo 20 del cap?tulo 22 y en el vers?culo 9 del cap?tulo 23, se repite una advertencia interesante: ?no oprimir al extranjero?. La palabra usada en hebreo es la de ?guer?.
Esta misma palabra puede tener diversos significados, todos relacionados entre ellos. En primer lugar est? el significado sencillo de ?extranjero? que habita entre nosotros, sin implicar nada m?s, tal y como podemos ver en el vers?culo 20 citado anteriormente, donde dice que ?extranjeros fuisteis en tierra de Egipto?, o como dijo Avraham a los habitantes de Jevr?n ?extranjero y habitante soy entre vosotros?.
Tipos de extranjeros
Estos extranjeros que viven entre nosotros, en la Tierra de Israel, seg?n la Tor? deben aceptar el cumplimiento de las leyes no?jidas para que puedan quedar entre nosotros. Son las leyes m?s b?sicas de comportamiento: no idolatrar, no robar, no derramar sangre, no fornicar, no maldecir al Creador, no comer carne de animal que no haya muerto y establecer tribunales que hagan cumplir estas leyes.
El nivel m?s alto es el de los que quieren integrarse en la sociedad del pueblo de Israel por lo que realmente significa, por su contacto con el Creador. Son personas que reconocen que solo de este modo podr?n acceder a un contacto directo y consciente, que se han desilusionado de otras posibilidades, como le ocurri? a Yitr?, el suegro de Mosh?, que despu?s de ser Sumo Sacerdote en su patria Midy?n y desilusionarse, fue a buscar la verdad en otros lugares y volvi? con las manos vac?as hasta que se encontr? con el D?ios de Israel y pudo decir ?ahora s? que es m?s grande el Se?or que todos los dioses??
Estas personas abandonan su hogar, su familia, sus costumbres, sus amigos, como hizo Avraham cuando oy? la llamada del Creador que le dec?a ?vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre?? para adherirse al Creador, para ?convertirse? al Juda?smo. La llamada martillea sus mentes y sus corazones, a veces durante largos a?os, hasta que comprenden su significado. Algunas veces se niegan a reconocer el significado, porque les da miedo asumir las consecuencias de las que hemos hablado ahora: el abandono de todo lo que ten?an o cre?an tener para ir a una tierra, a un modo de vida, completamente desconocido para ellos hasta entonces.
Trato privilegiado
Precisamente por ello la Tor? ordena darles un trato privilegiado.
En primer lugar est? prohibido ?enga?arlo? o mejor dicho ?ofenderlo?.
Es una expresi?n hebrea que significa b?sicamente ?tomar el pelo? a alguien. Tiene dos fases: cuando le enga?as con tu comportamiento, por ejemplo vender un objeto por un precio m?s alto del que deber?a, pagar con monedas falsas, etc. Esta prohibici?n se extiende a cualquier persona, por supuesto, como dice el cap?tulo 25 del Lev?tico, vers?culos 14 y 17.
Pero hay otro tipo de ?enga?o ofensivo?, cuando se encuentra un criminal que se ha rehabilitado y le dicen: ??podemos fiarnos de ti?? como si no supi?ramos que se ha rehabilitado, o decirle ?ya s? que eres una persona de honor? en un tono burl?n que da a entender lo contrario, como si no supieras que antes fue un ladr?n, etc.
Lo mismo con un ?guer?, una persona que se ha convertido al juda?smo, no se le puede ofender con expresiones tales como ??c?mo vas a ense?arme t? algo, si acabas de ingresar al pueblo?? o cosas parecidas.
Maim?nides dedica varios art?culos de ley en el cap?tulo 14 de las Leyes de la Venta dedicados a describir esta prohibici?n. Y dice que quien insulta de este modo a un ?guer? est? transgrediendo tres prohibiciones, por cuanto la prohibici?n se repite dos veces en otros lugares de la Tor? en cuanto a cualquier miembro del pueblo y aqu? se especifica en cuanto al converso.
La segunda prohibici?n es la de no ?oprimir?, como vemos en el mismo vers?culo 20 antes citado. Y se refiere, seg?n Maim?nides, al enga?o en la compraventa que hemos visto antes. Aqu? tambi?n se repite la prohibici?n otras dos veces para la poblaci?n general (como vimos en el Lev?tico 25:14 y 17), y aqu? se especifica en relaci?n al ?guer?. En el vers?culo 20 (del ?xodo 22) aparecen estas prohibiciones en un contexto junto con las viudas y los hu?rfanos, que son personas que no tienen qui?n les ayude y se sienten indefensas ante los enga?os y los fraudes.
El alma del extranjero
La opresi?n es lo que actualmente llamamos ?estr?s?. Najm?nides explica que cuando la Tor? a?ade ?porque fuisteis extranjeros en la Tierra de Egipto? significa: no creas que no tiene qui?n le defienda, ya que vosotros mismos fuisteis extranjeros en Egipto y cuando os oprimieron los egipcios clamasteis al Creador y ?l vio vuestro estr?s y castig? a los egipcios.
El Talmud a?ade una expresi?n muy grave. Dice que uno de los motivos por los que no se le puede oprimir es porque ?su reacci?n puede ser mala?. Significa que si se sienten ofendidos pueden llegar a arrepentirse de haber accedido al pueblo de Israel e intentar hacerse atr?s. Por supuesto que no hay marcha atr?s y quien pertenece al pueblo de Israel no puede ya abandonarlo, pero si el converso se siente mal entre nosotros puede intentar abandonar, puede dejar de cumplir con su nuevo deber como jud?o, y la responsabilidad recaer? sobre aquellos que le han oprimido y le han causado esta reacci?n. Debemos comprender ?el alma del extranjero?, como dice el vers?culo 9 (del ?xodo 23): ?y vosotros conoc?is el alma del extranjero, puesto que fuisteis extranjeros en la Tierra de Egipto?, ?lo mucho que sufre cuando le enga?an?, como dice Rashi.
El midrash Mejilta, en el cap?tulo 18 de Mishpatim, pregunta rab? Shim??n bar Yojay: ??qui?n es m?s grande, aquel que ama al rey o aquel a quien el rey ama?? ? y responde que, por supuesto es quien el rey decide, por sus buenos motivos, amarle; y siendo que el vers?culo (Deuteronomio 10:18) dice que el Creador ?ama al ?guer? d?ndole pan y vestido?. Y contin?a hablando de los extranjeros, y sobre todo de aquellos que han venido para adherirse al Creador, en un largo cap?tulo lleno de alabanzas por el bravo esfuerzo que han hecho para acercarse.
Los jud?os tienen, por lo tanto, la obligaci?n de seguir el ejemplo del Creador amando a los conversos y cuidando much?simo de no ofenderles por nada, ni enga?arles de ning?n modo.