El Juicio Final

Por Rabino Nissan Ben Avraham

2012_2_2_17_46_25Premio y Castigo

?Es verdad que habr? un Juicio Final? ?Qu? va a ocurrir en este Juicio, qui?n va a participar en ?l? ?Es el Juicio Final el ?nico juicio que nos espera? ?Cu?ndo ser? este Juicio Final?

Estas son algunas de las preguntas que podemos hacernos con respecto a esta noci?n, de la que se habla mucho en el cristianismo y de la que normalmente tenemos poca informaci?n sobre la opini?n del juda?smo, por lo que conviene hacer un poco de orden en el tema.

Uno de los principios del Juda?smo es que el Creador juzga nuestras acciones y nos premia por nuestros buenos actos y castiga nuestros pecados. Esto implica que debe haber un juicio en alg?n momento, pero no est? claro cu?ndo tiene lugar este juicio y c?mo se lleva a cabo.

El D?a del Juicio

En primer lugar, debemos apuntar que nuestros Sabios ya apuntan que una vez al a?o se lleva a cabo un juicio, en el que se examinan nuestras actuaciones de todo el a?o anterior. Se trata del d?a de Rosh Hashan?, el d?a del A?o Nuevo jud?o, que es en la primera luna nueva despu?s del equinoccio de oto?o, en el primer d?a del mes de Tishrei. Seg?n la tradici?n jud?a, en este d?a todos los humanos son juzgados por el Creador, que dicta, seg?n el resultado del juicio, c?mo ser? el a?o pr?ximo: si ser? pr?spero o no, si habr? en ?l desgracias o alegr?as. Por tanto, todas las oraciones de este d?a (que por motivos que no vamos a explicar aqu?, se convirti? en dos d?as) est?n relacionadas con el juicio, con el hecho que el Creador es el due?o y el gran juez del mundo y que debemos acatar su autoridad.

Los peque?os juicios anuales

La Mishn?, en el primer cap?tulo del Tratado de Rosh Hashan?, tambi?n dice que en las tres festividades de Peregrinaci?n, P?saj, Shavuot y Sucot, el Creador juzga al mundo, en cada ?poca seg?n las funciones agr?colas correspondientes: en P?saj por el grano, en Shavuot por el fruto de los ?rboles y en Sucot por las lluvias, y por ello las oraciones de estas festividades est?n orientadas en este sentido, pidiendo el favor divino para estos temas.

En P?saj, el grano de los cereales est? madurando: una lluvia de m?s o una de menos decidir?n si es un a?o de abundancia o si se echa todo a perder, si un viento c?lido quema el grano antes de poder recogerlo o si una lluvia tard?a hace que se pudran las espigas. En Shavuot es el tiempo en que los ?rboles pierden sus flores que se convierten en frutos y debe decidirse si estos frutos van a crecer correctamente, grandes y jugosos, o si ser?n grandes pero ins?pidos, o jugosos pero peque?os, o si se pierden del todo por medio de un fuerte viento que los haga caer del ?rbol o una plaga que los consuma antes de poder sacar provecho de ellos. Y en Sucot se decide cu?nta lluvia caer? durante el invierno, y si caer? en campos de cultivo o en el mar o en lugares des?rticos; si caer? con suavidad, regando amorosamente los campos, o si con ?mpetu, arrastrando las semillas sembradas y perdiendo la cosecha.

Primero de Mes

Hay textos que hablan de otros juicios. Cada primer d?a del mes se ofrec?a en el Templo un cabrito para expiaci?n, como vemos en el cap?tulo 28 del libro de Bamidbar (N?meros). Y en la oraci?n del primer d?a del mes (Rosh J?desh) se menciona que es un d?a de expiaci?n para todas las generaciones del Pueblo de Israel, lo que implica que ha habido un juicio sobre lo acontecido en el mes anterior.

Con todos estos datos, nuestros sabios comprenden el principio: que en cada fase de nuestra vida debemos examinar el pasado ya que antes de pasar a la nueva fase se llevar? a cabo un juicio para decidir qu? nos merecemos en el futuro. Peque?os juicios cada semana, o incluso cada d?a y al cabo de cada una de las comidas del d?a.

El Juicio Final
A pesar de todo, hay un Gran Juicio: el Juicio Final.

La pregunta es: ?qu? ocurre en este Gran Juicio? ?Qu? entra en juego?

Ya en las primeras p?ginas del Tratado talm?dico de ?Avod? Zar?? (= Idolatr?a) nos encontramos con este interesante tema. Dice el Talmud:

En el futuro, se sienta el creador con un libro de Tor? en su seno y dice: ?quien se ha ocupado de esto, que venga a tomar su recompensa?. Inmediatamente se re?nen en desorden todas las naciones id?latras, y el Creador les dice que no entren precipitadamente, sino cada una de ellas por separado, para que puedan apreciar lo que el Creador le dice a cada una.

En primer lugar entra Roma (el Cristianismo y la sociedad ?occidental?), ya que de ella habla la profec?a de Daniel (7:23) que domina el Mundo. Les pregunta el Creador: ?En qu? os hab?is ocupado? Y ellos responden: ?Amo del Mundo! hemos construido muchos mercados, hemos preparado muchos ba?os y hemos hecho mucho dinero, y todo esto no lo hemos hecho m?s que para que el Pueblo de Israel pudieran estudiar la Tor?. Les responde el Creador diciendo: ?Tontos! Todo lo que hab?is hecho ha sido para vuestro propio provecho: los mercados para sentar prostitutas en ellos, los ba?os para acicalaros, y el dinero es m?o, y no ten?is a nadie que pueda hablar de la Tor?. Y as? salen abatidos.

Despu?s de Roma entran los Persas, que son la segunda imagen que aparece en la profec?a de Daniel (7:5). Les dice el Creador: ?Qu? hab?is hecho? Y le responden: ?Amo del Mundo! Hemos construido muchos puentes, hemos conquistado muchas ciudades y hemos hecho muchas guerras, y todo lo hemos hecho para que Israel pudiera estudiar la Tor?. Les contesta el Creador diciendo: todo lo hab?is hecho para vuestro propio provecho. Los puentes para tomar impuestos de aduana, las ciudades para cargarlas de impuestos, y las guerras yo las he hecho, y no ten?is a nadie que pueda hablar de la Tor?. Y as? salen abatidos.

Y a pesar de que hab?an visto que los romanos sal?an abatidos, se atrevieron a entrar ya que pensaron que los romanos hab?an destruido el Segundo Templo, mientras que ellos eran los que lo hab?an construido.

Y as? todas las naciones. Y a pesar de que cada una de ellas ve los resultados de las anteriores, cree tener un punto a su favor, diciendo que los otros se portaron mal con Israel, mientras que nosotros no hemos sido tan malvados.

Todos ellos dicen: ?Por qu? no nos diste la Tor? tambi?n a nosotros para que pudi?ramos estudiarla? Y aqu? el Talmud dice que no pueden decir una cosa as?, ya que el Creador les ofreci? a todos la Tor?, y nadie quiso aceptarla m?s que Israel. Sino que dicen: no nos obligaste a aceptarla tal y como obligaste a Israel. La respuesta del Creador es que la Humanidad ya estaba obligada a cumplir los siete mandamientos no?jidas, y ellos no los cumplieron, y viendo el Creador que no pod?an hacerlo, les quit? a tales mandamientos su valor original, rebaj?ndolos a un valor menor. Acaba el Talmud diciendo que la pregunta de las naciones es:

?Amo del Mundo! el Pueblo de Israel que recibi? la Tor?, ?c?mo sabemos si la cumpli?? Les responde el Creador diciendo: Yo doy testimonio de que la han cumplido. Pero ellos dicen: ?C?mo puede un padre dar testimonio a favor de su hijo? Dice el Creador: ?los Cielos y la Tierra dar?n testimonio! Pero las naciones dicen que tampoco estos testigos son aceptables, ya que su existencia depende del cumplimiento de la Tor?, como dice el vers?culo (Jerem?as 33:25) ?si no se cumpliera mi Pacto d?a y noche, no pondr?a los estatuto de los Cielos y de la Tierra?, ya que todo depende del cumplimiento de la Tor?.

Les responde el Creador a las naciones: ?vosotros mismos traer?is los testigos a favor de que Israel cumplieron la Tor?! Que venga Nimrod a dar testimonio que Avraham no quiso adorar sus ?dolos, que venga Lav?n y d? testimonio de que Yaacov no rob? nada, que venga la mujer de Potifar a dar testimonio que Yosef no transgredi? la prohibici?n del adulterio, que venga Nevujadnetsar (Nabucodonosor) y d? testimonio que Janani?, Mishael y Azari? no se postraron ante el ?dolo, que venga Dar?o y d? testimonio que Daniel no dej? de cumplir con la oraci?n diaria, que vengan Bildad, Tsofar y Elifaz (los amigos de Job) y den testimonio que Israel cumplieron toda la Tor?.

Entonces dicen las naciones: ?vuelve a entregarnos la Tor? y la cumpliremos! Y ?l les dice ?Tontos! Quien se haya preparado antes de shabat comer? en shabat, y quien no se haya preparado, que no coma. Y a pesar de todo tengo un mandamiento f?cil, el de la suc?. ?Id y cumplidlo!

As?, cada uno va y se construye una suc? sobre su terraza y el Creador les calienta con el sol como en pleno verano y cada uno de ellos desprecia la suc? y sale de ella, como dice el vers?culo (Salmos 2:3) ??desconectaremos nuestras cadenas y echaremos de nosotros nuestras cuerdas!? Y el Creador se burla de ellos, como dice el vers?culo (Salmos 2:4) ?El que se sienta en los Cielos se r?e, el Se?or se burla de ellos?.

Los dos temas

Todo este largo texto del Talmud no es m?s que una alegor?a, por supuesto, ya que nadie a?n ?ha estado? en el Juicio Final, pero nos ofrece unos par?metros para que podamos entender que, en realidad, se trata de un juicio de las naciones y no de cada uno de los individuos, y los dos temas principales que entran en juego son el estudio de la Tor? y el trato que hayan dado a los jud?os que resid?an entre ellas. El estudio de la Tor? puede entenderse de alg?n modo en la moralidad que haya tenido el comportamiento de cada naci?n, mientras que el segundo punto es el grado de antisemitismo que hayan permitido.

Cada detalle de esta descripci?n tiene mucha miga, y podr?amos alargar mucho en el examen de lo que se dice en ella, pero nos baste con esto para comprender la ventaja de pertenecer al Pueblo de Israel y el problema de los pa?ses inmorales que hayan abusado en su antisemitismo.

Las fuentes prof?ticas

Todo esto se basa, por supuesto, en profec?as que ya est?n en nuestras manos y que todos podemos ya leer. Seg?n la Tradici?n jud?a, este juicio tendr? lugar cuando, precisamente, se unan todas las naciones para luchar contra el Pueblo de Israel que se reestablece en su pa?s ancestral y alcanza un primer grado de estabilidad, como aparece en el cap?tulo 38 del libro de Yejezquel (Ezequiel), en la famosa ?Guerra de Gog y Magog?. La derrota de las naciones se debe a una intervenci?n milagrosa del Creador a favor de Su Pueblo, con terremotos y cosas parecidas a las que hubo en la Salida de Egipto.

Al este de la ciudad de Jerusal?n hay un peque?o valle, llamado Quidr?n (Cedr?n), que parece ser el mismo que en otro lugar se denomina ?Valle de Yehoshafat (Josafat)?. Este nombre, Yehoshafat, es el de uno de los reyes de Jud?, pero tambi?n significa ?el Se?or juzga?. El cuarto cap?tulo del libro de Yoel (Joel) describe la relaci?n entre la guerra de las naciones contra el Pueblo de Israel y de c?mo les juzga el Creador por todas las injusticias cometidas contra el Pueblo de Israel en este valle, y si nos fijamos en las descripciones podemos ver que son las que dan pie a todo lo que dice el Talmud que antes hemos citado.

Y, finalmente, en el ?ltimo cap?tulo del profeta Zejari? (Zacar?as 14) hay otra descripci?n que? habla de la fiesta de Sucot, de la que ha tomado el Talmud parte de su tema, y de lo que deben hacer las naciones para salvarse en aqu?l momento. Cada a?o vienen representaciones de ciudadanos de diferentes pa?ses, precisamente en la fiesta de Sucot, para cumplir con el requisito formulado en el texto del profeta.

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