Por Rabino Yitzjak Abud
Somos bombardeados por publicidad en todo momento, lo notemos o no. Las agencias de publicidad atacan los placeres m?s bajos del ser humano, as? como sus carencias. Muestran un producto y le ense?an al comprador que gracias a ?ste ser? m?s feliz, ser? amado, ser? poderoso- o cualquier otro sentimiento de carencia que tenga; el producto lo soluciona todo. ?C?mo puede un ni?o llegar a distinguir entre el amor y los placeres verdaderos y las imitaciones que venden? ?C?mo sabr? que la versi?n que recibi? en su hogar es la verdadera? ?C?mo se puede evitar que caiga presa a la definici?n de amor que los ?amigos? le venden como si fuese genuina?
Los padres debemos mostrar tambi?n nuestra ?publicidad?. ?C?mo se hace esto? Cada interacci?n con los hijos es una oportunidad. Viven en casa unos veinte a?os, ven c?mo tratamos a los dem?s, c?mo los tratamos a ellos, c?mo enfrentamos las dificultades de la vida. Si nos proponemos tener tranquilidad ante las diversas adversidades, lograremos que se alimenten de esto y no de lo que se vende en las calles. Si permanecemos con calma ante un familiar dif?cil, ante una noticia desagradable, ante la falta de empleo, podremos implantar en ellos esa serenidad para afrontar la vida.
Una oportunidad muy buena es el momento de acostarlos por las noches y al despertarlos por las ma?anas. ?C?mo lo hacemos? ?Estamos abrumados por el tiempo que se nos est? escapando? ?Estamos intranquilos? Tambi?n se nos presenta otra oportunidad al disciplinar, si nuestro ?no? es un no firme, podr?n en un futuro resistir a las tentaciones que presenta la vida cotidiana. En el fondo, todos sabemos lo grato que es abstenernos cuando queremos hacerlo, cuando queremos evitar ese ?ltimo bocado de pan y lo logramos. Es m?s placentero que el bocado mismo. Si el ni?o recibe un no pero ?ste es revocado por medio de llantos y s?plicas, entonces, su educaci?n no es tan s?lida. Un ?ltimo punto: Tenemos una excelente ocasi?n para educar cuando estamos en el camino- es decir, en las vacaciones. ?C?mo hablamos con el hombre que cobra la cuota de peaje en la cabina? ?Le deseamos un buen d?a? ?C?mo tratamos de mantener nuestro est?ndar espiritual en los viajes? ?A qu? lugares vamos a descansar- a uno donde podamos convivir y ense?ar o a uno donde cada quien tiene una actividad por separado?
Basado en las palabras de Rab? Jonathan Rietti