
Por Rabino Nissan Ben Avraham
La generaci?n de Yaacov
?Estas son la generaciones de Yaacov, Yosef ten?a diecisiete a?os??
Como ya sabemos, en la Tor? no hay signos de interrogaci?n, ni puntos, ni comas, por lo que a veces se puede cambiar la lectura de la frase al cambiar el lugar del punto o de la coma, seg?n unos criterios heredados por tradici?n oral. En este caso, nuestros Sabios mueven la coma despu?s del nombre de Yosef, significando que ?l era el principal ?descendiente? de Yaacov. A pesar de tener otros once hijos y una hija, el que hab?a heredado la personalidad de su padre era precisamente Yosef.
Podemos entenderlo por el sencillo motivo que Rajel, su madre, era la que estaba destinada a ser la ?nica mujer de Yaacov, ya que Le? entr? por enga?o, y las otras dos, Zilp? y Bilh?, le fueron asignadas por la desesperaci?n de las dos primeras, que quer?an ganarse el peso de la descendencia de Yaacov.
Doce Tribus de Rajel
Por lo tanto, tan solo los dos hijos de Rajel deber?an conformar el Pueblo de Israel. Y as? lo dice el Midrash, que Yosef tuvo dos hijos, Mnash? y Efr?yim, que se convirtieron efectivamente en dos de las tribus.
Tambi?n Biniam?n, el segundo hijo de Rajel, deb?a contar sus diez hijos como tribus y as?, junto con los dos de Yosef, llegar a las Doce Tribus de Israel.
?Qu? designios ten?a el Creador cuando decidi? que el Pueblo de Israel deb?a nacer de estas cuatro mujeres? O en realidad, de las dos primeras, Rajel y Le?, ya que las otras dos, siendo siervas de las dos primeras, les eran secundarias y las complementaban. No estamos en condiciones para entender los motivos exactos que tendr?a, lo seguro es que de este modo entraban en el Pueblo los datos gen?ticos de Le? y tambi?n los de Bilh? y Zilp?.
La variedad de opiniones y de condiciones que hay en nuestro Pueblo vienen a expresar, en primer lugar, que no se trata de un Pueblo homog?neo sino lleno de colorido y diversidad.
Envidias sagradas
El asunto principal que descubrimos desde el primer momento, es que esta diversidad causa muchos problemas. Hay envidias, aunque seguro que no del estilo que estamos acostumbrados a ver, ya que a pesar de todo, se trata de personas rectas y justas que se esforzaron toda su vida en conseguir, ?y lo consiguieron! un contacto con el Creador que los convert?a en profetas, y esto nos obliga a referirnos a ellos con un m?ximo respeto. Hay luchas, competiciones entre las dos mujeres que ya las hemos visto en la parash? de Vayets?, y ahora aparecen luchas y competiciones entre los hermanos. Son envidias ?sagradas?.
Nuestros Sabios nos explican que la competici?n es sobre el car?cter que debe predominar en el Pueblo de Israel. Siendo que cada uno de ellos tiene un car?cter diferente y que est?n en el proceso de creaci?n de este Pueblo, tiene suma importancia para ellos, y para nosotros, definirlo correctamente, en un equilibrio transcendental.
El ?cono glorioso
Por esto, es tan importante descubrir que precisamente Yosef, ten?a unas caracter?sticas afines a las de su padre Yaacov, hasta el punto que, sobre el vers?culo que dice que ?Israel amaba a Yosef de entre todos sus hijos, por ser hijo de su vejez?? descubren una insinuaci?n prof?tica. La palabra ?su vejez? (?zekunav?) se parece por su sonido a la de ?gloria de su ?cono? (?ziv ikonav?), refiri?ndose a la figura de Yaacov. O sea, que se parec?an f?sicamente, por su fisonom?a. O, tal vez, deber?amos decir que se parec?an espiritualmente, por el car?cter y las cualidades que ten?an, que podr?amos definirlas en la ?imagen divina? reflejada en su persona.
El Talmud dice que hay cuatro figuras grabadas en el Trono glorioso del Creador, seg?n podemos leer en el primer cap?tulo del libro de Yejezquel (Ezequiel), y que una de ellas es la cara de un hombre. Esta cara es la de Yaacov, y al comienzo de la parash? de Vayets? nos dicen que los ?ngeles sub?an y bajaban de la escalera, lo hac?an para comprobar la afinidad que hab?a entre la faz grabada en el Trono y la del hombre que dorm?a sobre la Roca que ser?a la base del Templo.
Sabiendo esto, el significado de que la faz de Yosef era igual que la de su padre, significa que en ?l se refleja el hombre ideal, el hombre que fue hecho a imagen y semejanza del Creador. El resto de la Humanidad se ha ido alejando de esta figura ideal que ya se estrope? por primera vez estando en el Jard?n del ?den, y que en unos se ha alejado m?s y en otros menos, seg?n el esfuerzo que han ido haciendo por corregir las malas inclinaciones y purificar sus instintos.
Yaacov hab?a alcanzado, a?adiendo su trabajo al de sus padres Avraham e Yitsjak, el grado que Adam hab?a perdido en el alba de los tiempos. Y tan solo Yosef se le parec?a de entre todos sus hermanos.
Extroversi?n
Estas cualidades le permiten un trabajo muy especial, casi opuesto al de su hermano Yehud?. Yosef tiene un car?cter extrovertido que le impulsa a comunicarse con el mundo exterior para hacerle part?cipe del camino correcto, igual que hizo su bisabuelo Abraham, que edificaba altares desde los que proclamaba la existencia del Creador y ense?aba los m?todos para llevar a cabo nuestra misi?n en el mundo.
Yehud? era introvertido. Si alguien quiere algo, que venga a buscarlo. No vamos a perder el tiempo persiguiendo a la gente para ense?arle cosas que no quiere aprender. No me importa lo que digan los incultos, los b?rbaros que no son capaces de un m?nimo esfuerzo por buscar la verdad. Yehud? se encierra en un b?nker blindado y examina con lupa a todos aquellos que intentan acercarse al Pueblo de Israel.
Yosef les llama, los busca y los anima para que contin?en arrim?ndose al Pueblo. Les abre las puertas con inmensa alegr?a y los recibe con los brazos abiertos.
Los pros?litos
El Pueblo de Israel necesita ambos extremos, necesita que est?n equilibrados, ya que hay much?simos peligros en el sistema de Yosef, siendo que el peso de los ne?fitos puede desequilibrar la justa proporci?n, a?adiendo datos o inclinaciones que no han sido suficientemente depuradas.
Las diferencias contin?an hasta nuestros d?as, en que se ven dos enfoques diferentes sobre c?mo debe tratarse a todos aquellos que llegan a las puertas del Pueblo de Israel y suplican integrarse en ?l. En los vers?culos que hemos examinado hoy, podemos constatar que nuestros Sabios se inclinan por la de Yosef, en su ex?gesis del texto, significando que ?sta debe ser la premisa, el punto de partida de los Jueces encargados de regular las conversiones al Juda?smo. Efectivamente, en algunos Tribunales puede verse tambi?n el punto de vista de Yehud?, pero sigue predominando, y con mucho, el de Yosef, seg?n aparece en el Talmud y en el Shulj?n Aruj.
Como siempre un placer leer y escuchar a Rav Niss?n.
Am Israel Jai. !!!
Shalom