El Valor de los ?Vac?os? – Comentario a la Fiesta de Sucot

Por Rabino Nissan ben Abraham

11848996El Tiempo de Nuestra Alegr?a

Esta es una de las festividades m?s hermosas y alegres de Israel. Y es lo que corresponde, ya que se llama tambi?n ?el Tiempo de Nuestra Alegr?a?.

El Talmud dice que las noches de la Festividad de Sucot ten?an un aspecto especial, cuando precisamente los grandes Sabios, los Justos de Israel, acud?an a la explanada del Templo y bailaban al son de la m?sica, e incluso hac?an malabarismos ante el resto del Pueblo que acud?a como meros espectadores. Las luces que se encend?an en aquellas noches en el Templo bastaban para alumbran toda Jerusal?n. Luces f?sicas, de las antorchas, y luces espirituales de las ense?anzas de los Sabios que llegaban a los m?s altos grados de uni?n con el Creador, como dice el Talmud que precisamente en la Alegr?a de la Fiesta de Sucot, cuando se extra?a agua del manantial de Guij?n para derramarla a la ma?ana siguiente sobre el Altar, precisamente en estos momentos era cuando algunos de los profetas recibieron la primera llamada de sus profec?as.

En esta festividad hay dos mandamientos importantes que aparecen en la Tor?. Son los Mandamientos de las Caba?as, en que nos ordena el Creador que habitemos en caba?as temporales durante siete d?as, y el de las Cuatro Especies, el ?Lulav?.

Mandamiento Prof?tico

Pero tambi?n hay otro mandamiento, parece que ya de tiempo de los Profetas, que fue a?adido a finales del Primer Templo o en el Segundo.

En primer lugar, ya sabemos que el sauce es uno de las cuatro especies que forman el ?Lulav?. El mandamiento del ?Lulav? se cumple con tres ramitas de array?n (mirto), dos ramitas de sauce y una rama de palmera que a?n no se ha abierto, junto con el fruto del citro, llamado ?etrog? en hebreo. El Talmud dice que en el Templo los tomaban en mano y con ellos daban cada d?a una vuelta al altar, y al s?ptimo d?a daban siete vueltas. El Talmud explica tambi?n que en el s?ptimo d?a se adornaba el altar exterior con unas ramas que cubr?an sus paredes. Hay quien dice que estas ramas eran de sauce y hay quien dice que eran palmas.

Veamos en primer lugar algo importante en el mandamiento del Lulav. Como hemos dicho, en el Templo se daban vueltas alrededor del altar, y nos qued? a nosotros la costumbre, de rodear la bim?, la mesa donde se lee la Tor? en p?blico a la que han llevado uno de los Libros para esta ocasi?n, con el Lulav en mano. Mientras se da una vuelta cada d?a a la bim?, se recitan unos poemas muy antiguos llamados ?hosha-na?, que significa ?s?lvanos pronto?, puesto que son estrofas muy cortas siguiendo el alfabeto hebreo rematadas con la expresi?n ?hosha-na?. Y dice el midrash (Shojer tov 17:1)?o sea, salva ahora a tu Pueblo, los restantes de Israel, de todas las penurias que les rodean, por el m?rito de la Tor? y el m?rito de Tu Santo Nombre?.

Y ahora nos encontramos con una nueva sorpresa. El ?ltimo de los siete d?as de Sucot es el d?a llamado ?Hoshana Raba?, puesto que en este d?a se dan siete vueltas a la bim? con el Lulav y los poemas tambi?n son mucho m?s largos.

El Santo Sauce

El Talmud dice que se a?ade un mandamiento, que no est? escrito expl?citamente en la Tor? pero fue trasmitido en la Tor? Oral. Se trata del mandamiento de la ?arav??, el sauce. Adem?s de las dos ramitas de sauce que hay en el Lulav, seg?n la costumbre impuesta por los profetas Jagay, Zejary? y Mal?aj? (Ageo, Zacar?as y Malaqu?as) despu?s de la destrucci?n del Primer Templo, deben tomarse en este ?ltimo d?a de Sucot otras cinco ramitas de sauce. El Shulj?n Aruj dice que deben tomarse en mano junto con el Lulav cuando se dan las siete vueltas a la bim?, pero el Ar?-zal dice que no se deben tomar juntos, sino que se dan las vueltas solo con el Lulav y luego se toman las ramas del sauce solas y se golpea cinco veces en el suelo.

Cuentan que en la ?poca de los Gaonim, entre el a?o 500 y el 1000 de la Era Com?n, esta fiesta era muy importante en Jerusal?n. El rav Hay Ga?n llegaba cada a?o desde Babilonia a Jerusal?n para celebrarla. En lugar de rodear la bim?, rodeaban todo el Monte de los Olivos, que est? justo enfrente del Monte del Templo. Llegaban muchos Cohanim (sacerdotes, de la estirpe de Ahar?n) con vestiduras especiales, pero que no eran vestiduras sacerdotales, y preced?an al rav Hay Ga?n, y todos los jud?os iban detr?s. Todos ellos marchaban con ramas de sauce en sus manos y recitando los poemas de Hoshana.

lulavLas Cuatro Especies

Todo esto nos lleva a intentar comprender el significado de estas costumbres.

El Talmud dice que cada una de las cuatro especies del Lulav tienen diferentes cualidades: los hay comestibles y con buena fragancia y los hay que tiene solo buen sabor o solo buena fragancia, y tambi?n quien no tiene ni olor ni sabor.

Tambi?n hay tipos diferentes de personas. Los hay que han estudiado la Tor? y tienen tambi?n buenas obras. Los hay que tienen solo el estudio de la Tor?, pero sin buenas obras, y otros que tienen buenas obras pero sin estudio. Y, por fin, los hay que ni han estudiado ni tienen buenas obras.

El etrog que tiene buen sabor y buen olor representa a los estudiosos que saben traducir sus estudios en buenas obras.

La palma tiene sus d?tiles que tienen buen sabor, pero no tienen fragancia. Son los que estudian, pero no son capaces de convertir el estudio en buen comportamiento.

El mirto, al contrario, tiene buen olor pero su fruto no es comestible y representa a los que tienen buen comportamiento a pesar no haber estudiado.

El sauce no tiene ni olor ni sabor, representando a aquellos que ni han estudiado ni tienen buen comportamiento, los ?vac?os?, sin ning?n valor.

El Recto

Nos sorprende, pues, que tanta atenci?n se preste en la fiesta de Sucot precisamente al sauce, que representa a aquellos que est?n alejados del estudio de la Tor? y tampoco se portan bien. Eliminando los eufemismos, se trata de los malvados de Israel.

Resulta que estos malvados no lo son tanto. Con toda su malvad, contienen un n?cleo positivo que les permite rectificar con relativa facilidad. Precisamente el tratado de Jaguig? en el Talmud acaba diciendo que el fuego del infierno no se apodera de los ?vac?os?, los malvados de Israel, que est?n repletos de mandamientos como la granada est? llena de granos. No est?n tan ?vac?os? como parece, ya que toda su esencia est? repleta de amor al Creador y si vemos que la mala inclinaci?n se apodera de ellos debemos comprender que est?n en una lucha muy fuerte entre lo que les dicta su consciencia y las influencias exteriores que les abruman. Muchas veces intentan encontrar un poquit?n de luz dentro de sus malas actuaciones, pensando que de este modo ?rescatan? esta luz con una falsa buena intenci?n que acompa?a sus malas acciones. Falsa, porque est? prohibido hacerlo as?, ya que est? prohibido portarse mal por muchas y muy buenas intenciones que tengas.

As? pues, en la Fiesta de Sucot recalcamos la importancia de todos los jud?os, tanto los que est?n repletos de Tor? y de buenas acciones como los que traducen err?neamente sus buenas intenciones por no haber estudiado suficiente Tor? y no haber aprendido buenas costumbres. Todos juntos forman el Pueblo de Israel con unas cualidades espirituales que les hacen merecedores de la atenci?n divina hasta convertirlos en el Pueblo de la Profec?a, el Pueblo que en el pen?ltimo cap?tulo de la Tor? recibe el apodo de Yeshur?n, el Recto.

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