La ?poca de Oro de Ts?fat
La ciudad de Ts?fat (tambi?n transcrita Tzfat, Safed en castellano), es una ciudad que est? al noroeste del lago Kin?ret (Tiber?ades), en la baja Galilea. Est? a lo alto de una monta?a de una altura de unos 900 metros sobre el nivel del Mar Mediterr?neo, a los que hay que sumar otros 210 que el lago Kin?ret est? bajo el nivel del mar Mediterr?neo.
En el siglo XVI, se convirti? en algo especial en el panorama de la Tierra de Israel en muchos sentidos. Esta ?poca se considera su Edad de Oro, cuando precisamente bajo el dominio del Imperio Otomano desarroll? la ciudad una vida social y econ?mica, y sobresali? con sus sabios cabalistas.
Prosperidad de Ts?fat
A comienzos del siglo XVII, comenz? a descender la grandeza de Ts?fat por motivos econ?micos, paralelamente a la decadencia del Imperio Otomano, y despu?s de la muerte del santo Ar?.
En el a?o 1516 conquist? el Sult?n Solim?n I la zona de Siria y Eretz Israel (la Tierra de Israel) de manos de los Mamelucos, los soldados esclavos que hab?an establecido su propio Califato, quienes las hab?an gobernado desde 1250. Un a?o m?s tarde conquist? el Cairo. Los jud?os de Eretz Israel, al contrario de los ?rabes que estaban a favor de los Mamelucos, recibieron bien a los turcos y esto caus? disturbios antijud?os por parte de los ?rabes.
Cuando lleg? la falsa noticia que el Sult?n hab?a sido derrotado en Egipto, se levantaron los ?rabes en Ts?fat y atacaron a los jud?os. La Comunidad recibi? ayuda de las Comunidades de Damasco y de Egipto y as? se repuso, pero a partir de aqu?l momento fue considerada como preferida por el gobierno, por haber sufrido por su causa. Por esto fueron preferidos los jud?os que llegaban (y se establec?an en Sal?nica, Esmirna y Constantinopla) por sobre los cristianos que viv?an en el Imperio Otomano. Todo esto permiti? su gran desarrollo.
Comunidades jud?as
La prosperidad de la ciudad est? relacionada con la llegada de los jud?os expulsados de Castilla, Arag?n, Portugal y Sicilia. Algunos de ellos eran Anusim, reci?n escapados de las persecuciones en Europa, que quer?an volver al juda?smo.
Conviv?an juntos varios grupos, aparte de los ?rabes y los turcos: los jud?os sefarditas, los Anusim, los ?musta?rbim? (jud?os ?veteranos? que nunca hab?an salido de Eretz Israel), los jud?os italianos y los ashkenazitas. Las interrelaciones entre los grupos en Ts?fat eran mejores que en Jerusal?n. Y el hecho que en su cementerio estuviera enterrado rab? Shim??n bar Yojay la convirti? en una ciudad preferida. Tambi?n tiene la ventaja de estar en buen contacto con Damasco y con Alepo y otras ciudades mediterr?neas.
Durante el siglo XVI vivieron en Ts?fat entre 4000 y 5000 jud?os, lo que constitu?a la mitad de su poblaci?n. La gran cantidad de inmigrantes le daba un ambiente cosmop?lita. Muchos viajantes que iban o ven?an de Beirut, Tiro, Sid?n o Venecia y Egipto, pasaban por la ciudad y aportaban su aire.
Ciudad repleta de bienes
Aqu? tenemos una descripci?n hecha por el rabino Mosh? Basula (un rabino italiano, de Pesaro, que la visit? en 1521-22): ?La ciudad est? repleta de bienes y comida muy buena y barata cuando lo compras a su tiempo. Y si no fuera porque exportan el aceite y el grano a Damasco y a otros lugares, ser?a gratuito en la ciudad. Toda clase de frutos y muy buenos se encentran en la ciudad, y el resto lo exportan a Damasco. El pa?s es bueno para el comercio, con tiendas para lana, mercer?a y especias, de los que los jud?os poseen muchas. Muchos jud?os viajan a los pueblos cercanos con sus mercanc?as y llenan sus casas de beneficios. Se gana tambi?n con el algod?n, hilos tejidos y medicinas cuando son baratas al venderlas en el lugar adecuado. Y quien no tiene dinero para invertir en negocios, se dedica a la artesan?a. Hay cuatro oficios muy apreciados en la Tierra de Israel: los tejedores, los plateros, los talabarteros y los curtidores, y tambi?n los alba?iles, ya que los que tienen fuerza para este trabajo, le pagan muy bien como jornalero. Por lo tanto, que no salga de Italia ning?n jud?o (en direcci?n a Ts?fat) que no tenga capital o un buen oficio?.
En la ciudad se viv?a un ambiente muy espiritual y muy ?tico, como pod?a apreciarse en sus relaciones con los pobres, viudas y hu?rfanos. Las diferentes comunidades jud?as ten?an gran diversidad de costumbres, como los aragoneses que se diferenciaban de los italianos y de los ashkenazitas (alemanes), o los musta?rbim que quer?an conservar sus costumbres frente a la influencia sefardita que se impon?a, pero en general guardaban unas relaciones muy buenas, gracias a la organizaci?n voluntaria de los Sabios, de quienes las m?s importantes eran los ?Grupos? (?Jaburot?) para el estudio, la oraci?n, ayuda mutua y trabajo en el campo. Los Sabios de Ts?fat estudiaban juntos sin tener en cuenta sus diferencias de origen, y eran capaces de debatir unos seg?n las costumbres de otros sin discriminaciones.
En Ts?fat podemos ver una independencia comunitaria frente al gobierno m?s all? de lo normal, aparte de la independencia legal que recibieron todos los jud?os del Imperio Otomano. Solo a finales de siglo, sobre el 1586, hubo problemas de seguridad que les obligaron a construir la ?Fortaleza Jud?a?, con la ayuda de los jud?os de Constantinopla.
Los rabinos de Ts?fat
Como hemos visto, reinaba un ambiente muy espiritual en la ciudad, como resultado de la presencia de gran cantidad de rabinos y de sus alumnos, muchos de ellos procedentes de la pen?nsula ib?rica.
Entre los grandes sabios de Ts?fat podemos contar a los Tres Grandes: rab? Yaacov Berav, nacido en Castilla (1474-1545), qui?n intent? reconstruir el Sanhedr?n; rab? Yosef Caro, nacido en Toledo (1488-1575) y autor del Shulj?n Aruj; y el santo Ar?, rab? Yitzjak Luria, el ashkenazita nacido en Jerusal?n (1534-1572), que desarroll? mucho el tema cabal?stico. Pero tambi?n estuvieron los rabinos Jayim Vital, Mosh? de Trani, Shlom? Alkabetz, Mosh? Cordobero y Mosh? Alshej.
Las penurias de la expulsi?n de Castilla y Arag?n, a?adidas a la prodigiosa prosperidad alcanzada en Ts?fat hicieron que las esperanzas de la Era Mesi?nica se consideraran m?s alcanzables. Sin duda la presencia de los expulsados de Espa?a, y sobre todo de aquellos que hab?an tenido que pasar por la farsa de la conversi?n al cristianismo y que, al cabo de unas d?cadas, regresaban al juda?smo, tuvo una fuerte influencia en el ambiente de la Ciudad de los Anusim, Ts?fat.
Exelente art?culo.