Por Rabino Nissan Ben Avraham
Nos estamos preparando para la festividad de P?saj, en la que se?alamos nuestra liberaci?n del cautiverio en Egipto y nuestra independencia nacional. En realidad, es el momento en que aparecemos en el mapa de las naciones. Hasta aqu?l momento no ?ramos m?s que un conglomerado de tribus, esclavizadas en la superpotencia egipcia. No ten?amos identidad nacional. ?Qu? ocurri? en Egipto? ?C?mo influy? esto en la formaci?n de nuestra personalidad nacional? Son preguntas muy importantes, y podemos encontrar algunas respuestas en los libros del Maharal de Praga escritos hace casi quinientos a?os, sobre todo en el libro ?Gvurot Hashem? ? ?Los poderes del Creador?. En este libro, el Maharal repasa los primeros cap?tulos del Libro de Shmot ? el Libro del ?xodo, en los que se relata nuestra esclavitud en Egipto y las diez plagas infligidas a los egipcios en el proceso de nuestra liberaci?n.
La Desnudez de la Tierra
Ya en el Libro de Breshit ? el G?nesis, vimos que los hermanos de Yosef llegan a Egipto y el Virrey, que a?n no se ha revelado como hermano suyo, les dice que ?han venido a ver la desnudez del pa?s (o ?de la Tierra?)?. Ellos lo toman como una acusaci?n de espionaje, cosa que no era verdad. Pero ?l no les miente. Una de las principales misiones de los Hijos de Israel en Egipto es ?ver la desnudez de la Tierra?. Egipto era un pa?s muy civilizado con adelantos, que podr?amos llamar casi ?cient?ficos?, impresionantes. Sus conocimientos de astronom?a, de arquitectura, de medicina, etc. nos dejan pasmados hasta hoy d?a, sin que tengamos respuestas a todos los enigmas que nos presentan. Pero dentro de esta ?civilizaci?n? faltaba el aspecto ?tico y moral. Los egipcios desconoc?an, o hab?an abandonado, las relaciones familiares correctas. En el cap?tulo 18 del libro de Vaikr? (Lev?tico), podemos encontrar una larga lista de incestos, fornicaciones y otras depravaciones practicadas por los egipcios (y por los cananeos, y los griegos, y los romanos, etc. etc.) que fueron el motivo b?sico de su perdici?n. Representaban la destrucci?n de la unidad familiar y, por ende, de la social.
Por desgracia, este patr?n de comportamiento se repite en las sociedades del mundo en qu? vivimos, por lo que no necesito entrar en m?s detalles sobre las formas que viste. Pero precisamente por habernos ?acostumbrado? a este comportamiento, nos cuesta captar el horror moral que representa. Aun as?, poco a poco vamos descubriendo los trastornos psicol?gicos o de conducta que sufren muchos (?gracias al cielo, no todos!) de los hijos de familias monoparentales, ?hijos? de homosexuales, adoptados, v?ctimas de pederastia, etc., todos ellos resultado del tipo de relaciones citado en el antedicho cap?tulo del Lev?tico. Estos temas se han convertido casi en tab? en las conversaciones, mejor dicho: est? prohibido criticarlos, al ser considerados parte de la vida privada de las personas donde ?cada uno puede proceder como le d? la gana?. Las desviaciones de la vida matrimonial ?tradicional? no pueden considerarse ni vicios, ni enfermedades, ni mucho menos depravaciones en las charlas o escritos, y los autores que quieren exponer estos temas desde el punto de vista de la Tor? o del juda?smo, se creen obligados a hacer verdadera acrobacia verbal para quedar bien con todos. Pero quien lea correctamente, buscando la verdad de la Tor?, no puede llegar a otras conclusiones: el hecho de estar prohibidas estas actuaciones, implica que se comete con ellas un error grave en la vida humana. No s?lo jud?a, ya que se critica tanto a los egipcios como a los cananeos y, por lo tanto, a todo humano que lo haga. La verdad es que la humanidad ya ha pasado por diversas crisis de tanta o mayor gravedad en el pasado. Pero parece ser que la actual es la m?s grave y m?s expandida.
Trastornos psicosom?ticos
Precisamente la parash? de Metzor? nos habla del trastorno particular de aquellos que se dejan llevar por un comportamiento inadecuado en su vida sexual: tanto varones como mujeres. Adem?s del flujo normal, la menstruaci?n femenina o la eyaculaci?n masculina, vemos tambi?n los ejemplos patol?gicos en ambos g?neros, debidos, seg?n nuestros Sabios, a una conducta sexual inadecuada y que deben ser corregidos, antes de que sea demasiado tarde, por medio del c?mputo de unos ?d?as limpios? y de unos sacrificios en el Templo. Aqu? no se trata de ?enfermedades ven?reas? en el sentido patol?gico, que puedan ser curadas por medicinas o tratamientos, tal y como la ?lepra? b?blica no era una enfermedad cut?nea. Son trastornos ?psicosom?ticos?, o sea que los problemas de la ?psique? ? el alma, trascienden en el ?soma? ? el cuerpo. Pero el Talmud ya habla de que, desde la destrucci?n del Templo, cuando no pueden llevarse a cabo los procesos educativos adecuados para restaurar la salud espiritual, parte de aquellos estados de impureza han sido sustituidos por enfermedades parecidas.
Avisos
El motivo de todo esto no es m?s que un aviso divino, destinado a ayudarnos a corregir nuestro comportamiento cuando a?n somos due?os de nuestro destino y no hemos ca?do en una rutina enfermiza que nos impide o dificulta demasiado la correcci?n. Quien elija continuar censurando, o taponando la boca, a quienes critican estos comportamientos anormales, no hace m?s que cerrar sus posibilidades de rehabilitaci?n, cerrar sus ojos a la realidad (humana, f?sica y espiritual). La cr?tica debe hacerse, por supuesto, desde un estado de empat?a, de honor indudable por las personas humanas y la comprensi?n de las circunstancias familiares, sociales, etc. que pueden haberlos conducido a tal comportamiento, pero no por ello quitarle importancia a los actos en s?. Precisamente por haber llegado la sociedad humana a una crisis tan grave, debemos hacer grandes esfuerzos por comprender los procesos que la han llevado a tal estado y buscar soluciones aceptables, respetando el libre albedr?o personal de cada uno. El estudio del comportamiento, la psicolog?a particular y social, los trastornos causados por los diferentes tipos de comportamientos en las personas, en sus familias, sus hijos y otros relativos, echar? luz sobre el verdadero significado de estas prohibiciones y convertir? en m?s plausibles los tratamientos.