?Qui?n es el sabio? Comentario a la parash? de Itr?

Por Rabino Nissan Ben Avraham

MOSH? RABENU

En la parash? de Itr? somos testigos de un fen?meno extraordinario.

Por una parte tenemos a Mosh? Rabenu, que est? a punto de recibir la Tor? de manos del Creador, la Tor? que es la ciencia de las ciencias, la sabidur?a de las sabidur?as, la Tor? en la que todo est? escrito o insinuado. La Tor? que los ?ngeles del cielo no quer?an dejarla en manos humanas por su suma santidad, por su alt?simo grado de perfecci?n.

Y ?ste es Mosh?, quien se convierte en el maestro de todo Israel, hasta el punto de darle el t?tulo de ?Rabenu? = ?nuestro maestro?; el que si se encuentra con una monta?a que le obstruya el paso, con su estudio de la Ley, de la Tor?, es capaz de agujerear la monta?a. He aqu? que Mosh?, al llegar su suegro Itr?, quien no pertenece al Pueblo de Israel, est? dispuesto a recibir sus consejos.

LA JUSTICIA

Pues he aqu? que llega este se?or Itr?, que no pertenece al Pueblo de Israel, y ?se atreve a darle consejos a Mosh?!
Y adem?s, le da consejos sobre uno de los temas m?s importantes y b?sicos de nuestra vida: la Justicia.

?Como si la Justicia en Israel tuviera algo que ver con la justicia en otras naciones!

Como el mismo Mosh? le dice a su suegro: ?Cuando venga el pueblo a m?, a investigar la voluntad Divina?, como diciendo que la justicia no es solo hacer las paces entre los litigantes o evitar que se produzca el caos en la sociedad, sino que es la expresi?n de la mism?sima voluntad del Creador sobre los diferentes aspectos de nuestra vida.

La Justicia en Israel es parte integral de la Tor?. Se funden y a veces confunden las nociones de Juicio y halaj? en la palabra hebrea ?din?, de la que procede ?day?n? que es el juez, y que sirve tanto para referirse a cualquier ley del juzgado como para todas y cada una de las halajot de nuestra Tor?.

LA JUSTICIA DE LAS NACIONES

Y ya sabemos, tambi?n, que nos est? prohibido acudir voluntariamente a los juzgados de las naciones, pues ser?a una muestra de desprecio hacia nuestra Tor?, y s?lo despu?s de haber recibido permiso del Tribunal rab?nico podemos acudir a los juzgados ?civiles? para recuperar lo que nos deben o para evitar otros problemas, como dicen los Salmos (147:20): ?No ha hecho esto con las otras naciones; las cuales no conocieron Sus juicios?.

Pues bien, ahora entendemos mejor lo extraordinario de esta exposici?n de consejos que tiene el suegro de Mosh?, Itr?, que hab?a sido sacerdote de la idolatr?a y que pertenec?a a una cultura completamente diferente, de un pueblo que en el futuro se convertir?a en uno de los grandes enemigos de Israel, precisamente en tiempos de los Jueces.

Por lo tanto debemos comprender que se trata de algo sublime, mucho m?s all? de lo que parece a simple vista.

SALIDA DEL CAOS

Llevamos ya m?s de dos mil a?os desde la creaci?n del Hombre. Durante toda esta ?poca, el Hombre ha ido descifrando el c?digo del gran caos del Mundo en que vivimos, hasta encontrarle una l?gica, un sistema coherente por el que se rige.

No significa que haya llegado ya a todas las soluciones, a todos los rincones rec?nditos de la l?gica del Mundo, pero le basta para entender que el Mundo y la raz?n est?n ?ntimamente ligados, y que por nuestro raciocinio podemos descubrir e interpretar correctamente lo que ocurre en el Mundo y c?mo y por qu? ocurre.

La Humanidad como tal, ha llegado al final de una primera etapa y comienza una nueva fase, desarrollando este raciocinio y aplic?ndolo a los diversos temas que nos interesan.

Y por lo tanto, es ya capaz de crear un sistema social suficientemente bueno como para regir la sociedad. Y, en realidad, lo era ya desde tiempos de Avraham, unos cuatrocientos a?os antes, cuando aparece el famoso C?digo de Hammurabi, la primera muestra de legislatura social.

EL SENTIDO COM?N

Itr? le dice a su yerno Mosh? que hay unas normas b?sicas de trabajo, que no pueden ser trasgredidas a la hora de poner en marcha las instituciones nacionales de justicia.

Y Mosh? le escucha atentamente, puesto que sabe que lo que el entendimiento humano puede alcanzar por s? mismo no va a ser especificado en la Tor?. Como dice el Talmud en muchas ocasiones: ?si es de sentido com?n, ?para qu? necesito el vers?culo??. Esta expresi?n significa que las leyes de la Tor? van mucho m?s all? de la raz?n humana. La raz?n humana se limita a lo que sus c?lulas grises f?sicas le indican, lo que su inteligencia humana puede comprender. Pero tenemos tambi?n un grado divino, sobrehumano, en el alma que el Creador nos ha insuflado. Y con ella podemos y debemos llegar a grados much?simo m?s altos que los indicados por el grado meramente humano. Y esto es lo que nos ense?a la Tor?.

Pero la Tor? no niega ni anula ning?n aspecto humano. Al contrario, debe sublimarlos a todos ellos con una nueva perspectiva divina, hasta convertir al jud?o en un ?superman?, en un ente sobrenatural, como lo fue el mismo Mosh?, capaz de pasar cuarenta d?as y cuarenta noches sin comer, ni beber, ni dormir, y capaz de conocer el pasado y el futuro, al dominar su naturaleza humana por medio de su alma divina.

EL SEGUNDO PISO

Para llegar a este grado sobrehumano, necesitamos las instrucciones de la Tor?, los 613 Mandamientos que se subdividen en miles de peque?as instrucciones que alumbran todos los aspectos de nuestra vida, a?adiendo las instrucciones de la santidad y la pureza, que han quedado muy olvidadas en los ?ltimos dos mil a?os, pero que son indispensables para llegar a la meta.

Al subir al nuevo nivel no anulamos el nivel anterior, sino que construimos un segundo piso que se basa en el inferior, y por ello los consejos de Itr? son muy importantes, imprescindibles, para nuestro progreso, como dice el Tratado de Pirqu? Avot: ??Qui?n es el sabio? El que aprende de todos los hombres?.