Dos saqueos al Call de Palma de Mallorca

Por Rabino Niss?n Ben Avraham

Extracto del libro de Miquel Fortesa, ?Els descendents dels jueus conversos de Mallorca?. Editorial Moll, Palma de Mallorca, 1972, p?gs. 48-52.

No hay mucha diferencia entre lo que les pas? a los jud?os en toda la di?spora y lo que les ocurri? a sus hermanos de sangre, los xuetas de Mallorca, incluidos los saqueos.

A principios del siglo XIX, el 24 de febrero de 1809 y el 6 de noviembre de 1823, el Call (del hebreo Cahal = Congregaci?n) o sea, las calles habitadas por los xuetas de la capital mallorquina fueron asaltadas y saqueadas, seg?n relatan los cronistas contempor?neos Bover y Desbrull, citados por Juan Llabr?s Bernal en ?Noticias y relaciones hist?ricas de Mallorca?, Siglo XIX, tomos I y II, 1958, y Josep Tarong? en su libro ?Algo sobre el estado religioso y social de la isla de Mallorca?, 1877.

EL PRIMER SAQUEO

El d?a 22 de febrero de 1808 mand? el gobierno que uno de los dos batallones del Regimiento Provincial que guarnec?a la plaza de la isla de Mallorca se embarcase para el Continente. Recordemos que estamos en plena guerra contra Napole?n y en el d?a anterior Zaragoza hab?a capitulado ante los franceses despu?s de un terrible asedio que cobr? unos cincuenta mil muertos.

Los soldados, unos tres cientos, que iban a ser enviados a la pen?nsula eran mallorquines y no ten?an ningunas ganas de ir a la guerra, por lo que fueron declarados en sedici?n y al cabo de dos d?as salieron del cuartel dando desaforados gritos.

Seg?n los cronistas, ?una mano oculta? se encarg? de dirigirlos al Call de la ciudad, explic?ndoles que ?los de la Calle eran la causa de la guerra?.

Debemos tener en cuenta el resentimiento que ten?an las tropas contra los habitantes del Call, ya que estos, muy en contra de su voluntad, estaban privados de la posibilidad no tan solo de poseer cargos oficiales, sino incluso de llevar armas y normalmente no eran admitidos en las milicias.

Los soldados hab?an llegado a la iglesia de S. Nicol?s y de all? se fueron cargados de piedras en direcci?n a la zona habitada por los xuetas, apedreando las ventanas de la casa de Juan Bonn?n, comerciante adinerado que hab?a pagado por librarse de la leva, destrozando sus puertas y muebles, y haciendo lo mismo con las casas vecinas. El asalto de los milicianos dur? desde las doce hasta las cuatro de la tarde, e incluso apedrearon al general que vino a apaciguarlos. Finalmente tocaron generala y tuvieron que regresar al cuartel, pero los paisanos les tomaron el relevo, saqueando las casas y quemando en las calles el mobiliario y los enseres en medio de gran regocijo.

El cuerpo de milicias que comenz? el asalto tuvo que acudir, esta vez en plan de guardias, pues no hab?a otros en la isla, para patrullar por las calles sin dejar pasar a nadie. En la casa de Moixina, en la calle de S. Miquel hicieron grandes da?os y tuvieron que dejar centinelas a sus puertas. ?Las alhajas de la Plater?a corr?an envueltas en piezas de encaje, con finos tules y pa?os de comercio. Hombres indefensos eran cruelmente apaleados, mujeres y ni?os cuyos lamentos se confund?an con la algazara de los amotinados. M?s de ocho d?as, mantenido a expensas de los vecinos, estuvo un cuerpo de guardia alojado en la antigua capilla de S. Crist?bal de la Bolser?a??

EL SEGUNDO SAQUEO

En la noche del 5 al 6 de noviembre del 1823, a las 2 de la madrugada, se quit? la l?pida de la Constituci?n por orden de las autoridades y se recogieron las armas de los tres batallones nacionales, cuyo comandante era don Baltasar Comellas.
Era el final del Trienio Liberal, apenas veinticuatro horas antes de que fuera ahorcado el Presidente de las Cortes, Rafael de Riego, y mientras los Cien Mil Hijos de San Lu?s apoyaban el restablecimiento del absolutismo de Fernando VII.

Los xuetas que hab?an recibido la igualdad de manos de la maltratada Constituci?n de C?diz se resist?an a desprenderse de ella, pero tuvieron que entregar las armas que por fin hab?an recibido. El pueblo se entusiasm? contra los xuetas y pasaron por sus casas y calles a un infeliz destrozo y voraz saqueo, quemando sus ricos muebles y puertas con gritos desaforados de ??Viva el Rey!?, ??Viva Fernando!?, ??Viva la Fe!?.

Las turbas que en Madrid gritaban ??Vivan las cadenas!? en Palma dec?an aullando que los Plateros y Comerciantes eran los autores de la Constituci?n, capitaneados por un tal Petatxo. Se hizo una gran hoguera en la calle donde tiraban libros de cuentas, valores de comercio, objetos de arte inservibles a la rapacidad.

A la ma?ana siguiente, multitud de mujeres desarrapadas pasaban por la calle de la Argenter?a a escarnecer a los oprimidos: ??Pobre gente! aqu? no les han dejado nada. Mira, aqu? les han destruido? ?Pobre gente!? y prorrump?an en carcajadas?

5 thoughts on “Dos saqueos al Call de Palma de Mallorca

  • May 13, 2013 at 3:27 pm
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    Lo m?s triste es que a?n hoy d?a hay gente que piensa igual de los Jud?os. Que la los culpables de todos sus males son los jud?os. {el mismo pretexto usado por Hitler al final de la 1? Guerra Mundial.

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  • May 17, 2013 at 6:35 pm
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    Bien, los primeros saqueos se remontan ya hacia el s.XIV, con la hoy mitificada corona aragonesa, precedente inmediato que fue de la expulsi?n de los jud?os en 1492 decretada por los reyes Fernando e Isabel.

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  • May 18, 2013 at 1:49 pm
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    Gracias por todo sus trabajo Rabi, sin duda alguna nos alerta, pero los otros escritos nos confortan pues nos recuerdan las escrituras dada por D? y lo que ha tenido que pasar nuestro pueblo por la fidelidad para con D y la Tora.

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  • September 14, 2015 at 11:30 am
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    Ahora se porque mi familia emigr? a Puerto Rico en el siglo 19 alrededor de 1800-1840 desde Islas Canarias. Gracias por la informaci?n. Familias Cintron, Flores, Torres, Negron, Rivera, De Jesus, Echevarr?a, Pacheco,etc.

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