JACOB LÓPEZ, MALLORCA 1672

Por Rab? Niss?n Ben Avraham

EXPULSI?N DE LOS JUD?OS DE OR?N

En el a?o 1672 nos encontramos con un relato importante para la historia de los cripto jud?os en Mallorca.
Hab?a llegado un barco al puerto de Palma de Mallorca, con varios jud?os que hu?an del norte de ?frica. Fernando Fajardo, Marqu?s de V?lez y enchufado de la reina Mariana (la madre de Carlos ?el Hechizado?) hab?a decretado la expulsi?n de cinco centenares de jud?os que viv?an en la ciudad de Or?n, en el norte de la actual Argelia, que estaban bajo dominio espa?ol desde que la ciudad fuera conquistada por el Cardenal Cisneros en el a?o 1509, acordando su traspaso a la ciudad portuaria de Liorna, al nordeste de la pen?nsula italiana, que hab?a sido declarada puerto franco en 1590.

Parece que la mayor?a de aquellos jud?os hab?an llegado casi trescientos a?os antes de la misma Mallorca, tras el asalto al Call que tuvo lugar en agosto del 1391, y que caus? la conversi?n forzada de varios cientos de jud?os. Algunos consiguieron huir, ya sea en el curso de los sangrientos alborotos, ya sea en las semanas y meses de desconcierto que siguieron y a pesar de los decretos que limitaban su salida de la isla. Se supone que el grueso llegaba a Or?n y que desde all? se repartieron entre otras ciudades, como la de T?n?s y Mostaghanem, todas ellas en la costa occidental de la actual Argelia.

TRES A?OS EN PRISI?N

A causa de la expulsi?n lleg? el barco cargado con una decena de jud?os al puerto mallorqu?n. Entre ellos hab?a un joven de unos diecis?is a?os, llamado Jacob L?pez, que pensaba encontrar a su prometida en la ciudad toscana. En el momento en que el barco lleg? a Porto P?, que eran donde anclaban los nav?os extranjeros, subieron los cancerberos de la Inquisici?n encargados de vigilar por la pureza de Espa?a. Los jud?os fueron examinados detenidamente y el joven despert? las sospechas de los guardianes, por lo que fue encarcelado dejando que el nav?o siguiera su camino a Liorna.
El muchacho permaneci? unos tres a?os en prisi?n, mientras la Inquisici?n investigaba sus pormenores. Despu?s de enviar mensajes a los catorce Tribunales inquisitoriales en la pen?nsula ib?rica, recibieron informes desde Madrid sobre una familia L?pez, descendientes de jud?os, que se hab?a fugado en direcci?n a M?laga y de all? al norte de ?frica. Supuestamente all? hab?an apostatado del cristianismo y abrazado la fe de sus antepasados jud?os.

Cruzando informaci?n llegaron a la conclusi?n de que Jacob era en realidad Alonso L?pez, el hijo de aquella familia que se aventuraba de nuevo por territorio espa?ol. En realidad hab?a intentado salir de Or?n varios a?os antes, con la publicaci?n del decreto de Fajardo, llegando al puerto de Niza, pero al continuar luego su traves?a hacia Liorna fueron capturados por los corsarios y tra?dos de nuevo a tierras moras, donde estuvo varios meses en c?rcel hasta que fue rescatado, y ahora se aventuraba de nuevo camino de Liorna.

RELAJADO AL BRAZO SECULAR

El joven marrano no neg? las acusaciones y declar? que se manten?a en su fe ancestral. El inquisidor Pedro de Aliaga present? los papeles al Inquisidor Mayor, Rodr?guez de Coss?o, quien firm? su sentencia de muerte. Pero la Inquisici?n, como instituci?n religiosa que era, no quer?a matar a nadie, por lo que el reo era ?relajado al Brazo Secular?, que llevaba a cabo la sentencia.

En el d?a 12 de enero 1675 se congregaron las multitudes cerca de la Puerta de Jes?s, al norte de la ciudad de Palma, seguramente donde est?n hoy los edificios del Institut Joan Alcover, en la Avinguda de Alemanya de Palma, o tal vez cerca del colegio Llu?s Vives, donde yo estudi? en mi juventud.

Jacob L?pez subi? a la hoguera donde rechaz? de nuevo la oportunidad de arrepentirse de su apostas?a al cristianismo cat?lico y se mantuvo fiel al juda?smo, por lo que prendieron fuego a la hoguera y fue quemado vivo.

EJEMPLO PARA LOS CRIPTOJUD?OS

Su ejemplo hab?a de repercutir inmediatamente en las familias de los descendientes de jud?os, llamados xuetas, habitantes de la ciudad, que se hab?an convertido al cristianismo trescientos a?os antes. Al poco tiempo se organizaban para reivindicar, en secreto, s?lo para ellos mismos, su fidelidad al juda?smo. Aun as?, dos a?os m?s tarde fueron encarcelados unos 270 judaizantes y empez? la odisea de los Xuetas mallorquines, pero esto ya es otra historia.