Por Brian Blum

Cuando Leonor Castro lleg? a Israel en el 2009, lo hizo con una beca de un programa de ?Masa? para el estudio de danza. En ese entonces ten?a solo 17 a?os pero ya hab?a bailado profesionalmente en su pa?s de nacimiento, Portugal, concentr?ndose en danza contempor?nea y ballet. En Israel, fue invitada a unirse a la Compa??a de Danza Contempor?nea de los Kibutzim, como aprendiz.
Y entonces, algo remarcable e inesperado sucedi?. ?Me enamor? de Israel?, dice Castro. ?Siempre tuve mucho miedo de venir. En Portugal todo lo que ves son esas bombas que caen por todos lados. Pero lo que descubr? aqu? es un verdadero sentimiento de comunidad. Todos intentan ser tu familia?.
La conexi?n emocional que sinti? al estar en el coraz?n del pueblo jud?o fue algo que nunca experiment? en Portugal. ?Recuerdo que en el primer d?a de clases del programa Masa?, contin?a, ?una ni?a israel? con la que solo hab?a hablado unos segundos me invit? a su casa. Todos te invitan aqu? para las festividades jud?as. En dos semanas hice de muy buenos amigos con los que cuento hasta el d?a de hoy?.
Ahora, tres a?os despu?s, Castro sigue bailando, pero en este momento el tema est? un poco de lado debido a que se est? preparando para ingresar en la universidad en Israel ? con asignatura principal en neurociencia. ?Por qu? este cambio? ?Siempre estuve conectada con las artes, pero tambi?n me gustaba la investigaci?n, profundizar las cosas, especialmente en el ?rea m?dica. No quer?a ser doctora, sin embargo?, explica. ?Neurociencia me atrajo?.
Castro creci? sabiendo que era jud?a, a pesar de que fue bautizada de peque?a. Todo comenz? con su abuelo, el cual le dijo a la familia de Castro sobre sus ra?ces y tradiciones. Pero en ese entonces, ?l y la abuela de Castro se mudaron a Venezuela por trabajo.
Su abuela eventualmente regres? a Portugal para ocuparse de su madre enferma, pero su abuelo se qued? en Venezuela. Lamentablemente la familia perdi? contacto con ?l, y la mayor?a de esas tradiciones en ciernes se perdieron.
Y sin embargo, un peque?o fuego de dos generaciones atr?s, a?n ard?a en el coraz?n de Castro. ?Realmente no s? c?mo sucedi??, admite. ?Pero este sentimiento comenz? a crecer en mi. Quer?a estudiar el idioma. Quer?a aprender m?s sobre el holocausto y sobre el juda?smo. Cuando o? sobre el programa de danza de Masa, supe que ten?a que venir?.
Portugal e Israel son muy diferentes, dice Castro. La clave de la diferencia es sin est?s ?adentro? o ?afuera?. En Portugal, explica, ?nadie sabe la religi?n del otro; no es algo de lo que hablamos en p?blico?. Cuando su madre encend?a velas, siempre era en privado; a escondidas, dice. ?Ahora estoy en un lugar donde el juda?smo es ?afuera? de la casa?.
La conexi?n jud?a de Castro floreci? cuando conoci? al emisario de Shavei Israel, el Rabino Elisha Salas. ?Fue en Belmonte, donde vive?, dice. ?Me ayud? much?simo, tratando de comprender temas de ali? y retorno al juda?smo?.
Hoy en d?a, Castro vive en el famoso barrio Florentine de Tel Aviv, donde dice que todos sus amigos son israel?es (?no hay muchos portugueses aqu??). Actualmente estudia en un programa pre-universitario para mejorar su hebreo.?Tambi?n toma cursos que le permitir?n transmitir sus estudios secundarios a los equivalentes con una matriculaci?n israel?.
Mirando atr?s, hacia sus dudad iniciales dice, ?Israel no da tanto miedo como cre?a. Es exactamente lo opuesto a lo que he visto en los medios de comunicaci?n. Si salgo de mi casa a las 11 pm, me siento m?s segura que si salgo de mi casa a las 7 pm en Portugal?.
Israel se ha convertido en su casa y no tiene planes de retornar. ?Israel es un pa?s incre?ble?, dice. ?Se ha desarrollado muy r?pidamente en relaci?n al poco tiempo que existe?, a pesar de su entusiasmo, tiene tambi?n preocupaciones. ?Necesitamos paz?, dice. ?No solo para Israel sino tambi?n para todo el pueblo jud?o alrededor del mundo?. Cuando hablamos, el ataque terrorista en Toulouse, Francia, a?n se encontraba fresco en su mente.
Quiz?s la carrera en neurociencia pueda ayudar a reparar las fisuras que causan tanto sufrimiento ? si no es en el mundo aunque sea dentro del cerebro. Y esperamos que Leonor Castro siga bailando? la danza de la libertad y la alegr?a de vivir una vida jud?a completa en la Tierra de Israel.