Rep?blica Dominicana, Santo Domingo

?Acaso oyeron mis lectores sobre la Rep?blica Dominicana? ?Acaso hay en ella jud?os? ?C?mo llegaron los jud?os a dicho pa?s tr?pico el cual se encuentra rodeado de junglas y su clima es sumamente c?lido? ?Oyeron alguna vez sobre el Shteitl ? colonia jud?a ? en medio de ella?

La rep?blica dominicana es un pa?s que se encuentra al este de la isla Espa?ola, en el Caribe. El clima tr?pico el cual trae consigo calor y humedad persiste durante todo el a?o. La isla donde se encuentra la rep?blica dominicana, fue donde Col?n par? en su camino al Nuevo Mundo. El hermano de Col?n, Diego, era el gobernador de la Isla y su casa se encuentra hasta hoy en d?a en el centro del pa?s. Tambi?n los huesos de Col?n y su hermano se encuentran enterrados en Santo Domingo. A pesar de que hay quienes dicen que los huesos de los hermanos fueron trasladados a Sevilla, Espa?a, quien conoce del tema dicen que el cad?ver equivocado fue transferido hacia all?.

El Shteitel jud?o

En 1938, en la v?spera de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos jud?os se escaparon de los nazis, y varios pa?ses no quisieron aceptarlos, el presidente Rafael Trujillo, el cruel dictador, ofreci? refugio a cien mil jud?os en la rep?blica dominicana. Sin embargo, sorprendentemente, solo 645 llegaron a instalarse. Los inmigrantes se asentaron en la peque??sima costa norte Sosu?, la que hasta ese momento era solo jungla y crearon all? una especie de Shteitel jud?o, asentamiento colectivo, donde viv?an de acuerdo a la tradici?n jud?a y compart?an una econom?a agr?cola en conjunto.
A su llegada, todo colono jud?o recib?a 80 acres de tierra, 10 vacas, una mula y un caballo. A pesar de que la mayor?a de los colonos era jud?os alemanes o austr?acos, los cuales pose?an un oficio, se adaptaron a la vida agr?cola que les ofrecieron y establecieron un asentamiento jud?o exitoso ?Productos Sosu?? el cual produce hasta hoy en d?a la mayor cantidad de productos l?cteos y de carne del pa?s.

La bondad de Trujillo proven?a, por lo visto, de su esperanza de que los pa?ses occidentales no se concentren en el asesinato de los 25.000 ciudadanos de Hait? en 1937 y de su deseo de ?blanquear? su raza. ?l, cre?a que hombres j?venes europeos se casar?an con mujeres dominicanas y dar?an a luz ni?os de tez clara. Incluso si no logr? purificar su nombre trayendo jud?os a su tierra, tuvo raz?n en que la mayor?a de los pobladores era j?venes solteros y que de hecho se casaron con mujeres dominicanas. Los ni?os se ve?an a s? mismo como jud?os y la mayor?a se quedo en Sosu?.
Hoy en d?a, solo 20 de las familias jud?as originarias quedaron en el lugar. La mayor?a de los jud?os, de 700 colonos, se mudaron a New York o Miami hasta los a?os ?40 del siglo XX. Hasta 1980, la ciudad eran tan solo jud?a, sin embargo, con la apertura de un aeropuerto internacional, Puerto Plata, la misma se convirti? en un gran sitio de visita. Hoy en d?a, hay 3000 habitantes fijos, entre ellos cerca de 30 jud?os, aquellos que se quedaron en Sosu? y mantuvieron sus tierras a lo largo de los a?os.

En Sosu?, hay una sinagoga que se encuentra activa, y all? se realizan servicios en las Altas Fiestas, mientras que en el pasado, la misma funcionaba todos los d?as de la semana. Asimismo, la peque?a comunidad cuenta con un museo el cual est? dedicado a la historia de los pobladores jud?os.

Los primeros jud?os del pa?s

Los primeros jud?os se asentaron en la zona del Caribe a mediados del siglo XVIII, luego de que dejaron de ser colonias espa?olas. Los jud?os llegaron en forma secreta, como anusim, como todos los jud?os anusim, quer?an distanciarse de la inquisici?n. Entre los pa?ses donde se asentaron los jud?os en dicha ?poca, se encuentran principalmente: Venezuela, Colombia, Panam?, Costa Rica y Rep?blica Dominicana, la cual estuvo bajo el mandato espa?ol hasta 1821. La liberaci?n de la colonia del yugo espa?ol, les permiti? a los jud?os expandir sus actividades comerciales y participar en el desarrollo de dicha zona del Nuevo mundo. Luego de la independencia, los jud?os espa?oles de Curazao y de otras islas caribe?as se asentaron en la republica dominicana con apertura y tranquilidad, se casaron con dominicanas, y se integraron en la sociedad. Sus descendientes pasaron a ser presidentes, pol?ticos, educadores, escritores e intelectuales de primera l?nea. Sin embargo, incluso luego de la independencia de la Espa?a cat?lica, quedaron Fuertes centros eclesi?sticos que debido a la influencia Espa?ola, no ve?an con buen ojo la llegada de jud?os a la zona e intentaron frenar dichas olas. Por tal raz?n, los jud?os deb?an tener mucho cuidado respecto a su vida religiosa. Los mismos, comprendieron que vivir una vida jud?a un tanto “oculta” es el precio que deben pagar para poder adaptarse a la sociedad.

El status de los jud?os en el pa?s

En la descripci?n de un viajero franc?s del a?o 1795, encontramos testimonio de las persecuciones contra los jud?os en dicha ?poca: “en Santo Domingo hay muchos jud?os? durante la procesi?n, las mujeres y los ni?os sostienen mu?ecas que representan jud?os y ellas son colgadas de los tranv?as y en las plazas. Los soldados les disparan y a veces asaltan y se destruyen casas jud?as. El a?o pasado, fueron asesinados tres de ellos” (extra?do del libro Bnei Ahuma Aiehudit Beezor Hakaribi, Mordejai Arbel, pag 247).

El proceso de independencia de la republica dominicana, no fue f?cil ni r?pido. En el a?o 1821 se declar? la independencia del estado luego de una revoluci?n contra el gobierno espa?ol. Sin embargo, en ese entonces la Republica Dominicana pas? a manos de su vecino occidental, Hait?, y luego fue nuevamente anexada al gobierno espa?ol, hasta 1865, en que nuevamente volvi? a ser un pa?s libre hasta hoy en d?a.

Luego de la liberaci?n de la Republica dominicana del gobierno de Hait?, surgi? una discusi?n interna entre la poblaci?n local y el gobierno, sobre el trato que deben recibir los jud?os del lugar y los cuales se ocupan del comercio nacional e internacional. Hubo grupos que ped?an regresar a la religi?n de sus antecesores y a la herencia espa?ola antigua y librarse de los jud?os tal como hicieron bajo el gobierno espa?ol e inquisitorial. Otros, ve?an en la renovaci?n de la Republica Dominicana, un nuevo fen?meno, el cual pose?a una nueva identidad nacional. Estos ?ltimos, ve?an la necesidad de preservar a los jud?os como factor de desarrollo del pa?s.

En un documento hist?rico el cual fue escrito por el presidente del pa?s en el a?o 1846, el Sr. Santana, se encuentra representada la lucha y aparecen consideraciones en pro y en contra, sumamente interesantes, respecto a los jud?os locales. El documento responde a las acusaciones contra los jud?os, de acuerdo a las cuales los mismos compraron mercader?a de los agricultores y personas locales, a un precio sumamente alto.

“Para el Gran Comandante de La Vega (quien deseaba da?ar a los jud?os), la comisi?n de ministros ha debatido hoy sobre la petici?n que se le ha entregado al presidente mediante el Comandante de La Vega y en ella la solicitud de tomar medidas contra aquellos jud?os que se ocupan del comercio en dicho asentamiento. Luego de investigar profundamente, la Comisi?n de Ministros decidi? responder a los acusadores:

En la petici?n se ha dicho que cuatro o cinco jud?os da?an al pa?s dado que compran onzas de oro y productos agr?colas a precios exorbitantes. Sin embargo, dichas palabras muestran que no es el pueblo quien se queja, ?dado que ning?n agricultor va a quejarse si un jud?o le da 100 pesos por 100 libras de tabaco, mientras que un comerciante dominicano le dar? solo 50!

Por lo tanto, no hay ning?n da?o. Al contrario, mucho provecho tiene esto!

En el siglo XIX, el deseo de perseguir personas calmas y evitar que compren tabaco con excusas religiosas ? es una escandalosa profanaci?n de la predicaci?n de Jes?s? la oposici?n de dichos dominicanos debe cambiar. En lugar de o?r la voz del instinto, oigan a la voz de la justicia y sean agradecidos. Los cuatro jud?os que ustedes persiguen, fueron los primeros en conseguir fondos para la Guerra, mientras que ciertos dominicanos se sentaban cruzados de brazos y da?aban la moral de los patriotas que defend?an la libertad de la republica? los jud?os no le ense?an sus creencias al resto, y no obligan a otros a cumplir lo que ellos hacen? ellos participan en nuestros actos y sostienen nuestra cultura con sus donaciones.

Firman: el Presidente, el Ministro del Interior, el Ministro del Exterior y el Ministro de Guerra. Sin ninguna duda, es una carta sumamente impresionante en relaci?n al lugar y la ?poca en donde fue escrita, y es modelo del buen trato que los jud?os deben recibir en todos los pa?ses donde se encuentren.

A pesar de esto, en el a?o 1861 finaliz? la ?poca de oro de los jud?os en la Republica Dominicana, la cual les dio la igualdad de derechos, y los espa?oles volvieron a gobernar la zona hasta 1865, siendo Santo Domingo la colonia central de la corona Espa?ola. Con el gobierno espa?ol, retorn? el extremismo religioso y la falta de tolerancia para con los herejes y jud?os, a mano del Arzobispo Monz?n. La presi?n de los jud?os los llevo a unirse a las fuerzas de oposici?n civil, las cuales lucharon contra el gobierno espa?ol para volver a establecer la Rep?blica Dominicana.

Asimilaci?n por elecci?n

Lamentablemente, la historia de los jud?os de la republica dominicana, se encuentra siempre acompa?ada de asimilaci?n y matrimonios mixtos. Ya desde la llegada de los jud?os al pa?s comenz? el proceso de “fusi?n de los jud?os espa?oles y los dominicanos”. La asimilaci?n dentro de la poblaci?n local fue por propia voluntad, dado que los jud?os recibieron un buen trato, no como en otros pa?ses, donde la asimilaci?n fue un proceso que fueron obligados llevar a cabo.

Familias jud?as portuguesas que llegaron a la Republica Dominicana, como ? Lopez, Penia, Naar, Najam?es, De Castro, todas se convirtieron al catolicismo. Sin embargo, lo que caracteriza a la asimilaci?n de los jud?os de Santo Domingo es la perdida de la identidad, mientras que preservan el orgullo jud?o. Muchas generaciones despu?s de haber dejado el juda?smo, hijos, nietos y descendientes de familias jud?as preservan orgullosamente el origen de la familia y el hecho de que la misma haya sido jud?a al comienzo. Muchas veces el jud?o espa?ol dominicano continuo denomin?ndose “hebreo” incluso luego de convertirse. Un incre?ble ejemplo encontramos en las palabras del presidente de la Republica Dominicana en 1916, el Sr. Francisco Henr?quez Carvajal, donde de acuerdo a su testimonio: “soy hijo de padre jud?o y de madre conversa. No es posible culparla de haberse debido convertir al catolicismo, para m?, es jud?a”.

En mi visita a Santo Domingo, o? relatos cl?sicos sobre abuelos y padres que le contaron a su familia que llevan sangre jud?a e incluso alma jud?a, y que hab?a extra?as costumbres de encender velas los viernes por la noche y no realizar trabajos en determinados d?as.

El comienzo de la comunidad organizada

Los jud?os de la Rep?blica Dominicana, no formaron comunidades entre los siglos XVIII ? XIX. Es posible afirmar que solo gracias al presidente Trujillo, el cual cre? la colonia jud?a Sosu? y construyo la sinagoga de Santo Domingo en 1958, los jud?os pasaron a ser una comunidad organizada.

Hoy en d?a, hay en la comunidad cerca de 350 jud?os. La mayor?a no son locales, solo 50 son descendientes de aquellos inmigrantes originarios, y el resto llegaron por voluntad propia buscando otros horizontes y la expansi?n del comercio local.

La comunidad principal se encuentra en la sinagoga que construyo Trujillo, y cuenta con particulares caracter?sticas. En su p?gina web figura:

“Quienes somos: somos una peque?a pero muy activa comunidad, la cual no se encuentra anexada a ninguna corriente ?tnica o ideol?gica actual; deseamos encontrar el “camino de oro” en la pr?ctica de nuestras creencias, lejos de ambos extremos: el liberal y el conservador”.

Beit Hakneset: nuestro rito lo cumplimos de forma tradicional, en su mayor?a en hebreo; no utilizamos sistemas de amplificaci?n de voz; a pesar de que no contamos con una divisi?n formal, los hombres y las mujeres se sientan en forma separada; tenemos minian en kabalat shabat y los jueves por la ma?ana; realizamos iortzait (aniversarios de fallecimiento) y otros eventos particulares del ciclo de vida jud?o?”. Sin ninguna duda, una comunidad particular, la cual busca un camino que no muy com?n en el mundo jud?o.

Adem?s de la comunidad, el Beit Jabad y el sheliaj que est? a cargo del mismo, el Rabino Shim?n Felman, sirven como casa jud?a para los miembros de la comunidad y para las muchas visitas y personas de negocios que llegan al pa?s.

Rabino Eliahu Birnbaum

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