La comunidad de Sal?nica, una metr?polis jud

?Qu? es Januc?? ?C?mo encienden las velas de Januc? en Grecia?

Este a?o tuve el privilegio de encender la sexta vela de Januc? en Grecia. Por una parte se ven los impresionanes restos de la Acr?polis, que simboliza el poder?o y la belleza de la antigua ciudad griega convertida con el paso del tiempo en una mera atracci?n arqueol?gica para turistas, sin ninguna se?al de vida. Por la otra, la comunidad jud?a encendi? este a?o las velas de Januc? en la Plaza Psycho, la plaza central de Atenas, con la debida autorizaci?n del ayuntamiento y las autoridades. Cuando pregunt? a los Grandes Rabinos y los dirigentes comunitarios c?mo reaccionan los jud?os de Grecia ante la frase: “Cuando el malvado imperio griego se impuso a tu pueblo de Israel para hacerle olvidar la Tor?”? “y los griegos se unieron contra m?? y abrieron una brecha en la muralla y contaminaron todos los ?leos”, me respondieron que encontraron una soluci?n sencilla: cuando traducen esa plegaria al griego, dicen “el imperio sirio” y no mencionan a Grecia. As?, el malvado imperio griego fue sustituido por otro? Por medio de ese peque?o cambio hist?rico resuelven la doble lealtad al Estado griego y al juda?smo. Hasta el presente, en la escuela jud?a se ense?a que el “imperio malvado” era Siria, y no Grecia.

La comunidad de Sal?nica, una metr?polis jud?a

La comunidad de Sal?nica era conocida como una “metr?polis jud?a”. A fines de la ?poca del Segundo Templo ya hab?a en ella una comunidad jud?a, y hay quienes piensan que los jud?os se hab?an establecido all? desde el siglo II a.e.c. Los jud?os que se encuentran en Grecia desde tiempos del Primer Templo se apodan “romaniotes” y conservan costumbres y tradiciones peculiares. Muchos jud?os llegaron a Sal?nica desde Alemania (Askenaz) en 1376, Francia, Italia y Mallorca (1394). Despu?s de la expulsi?n de Espa?a en 1492 lleg? otra ola de jud?os, que hab?an huido de Espa?a por el edicto de expulsi?n del Rey Fernando y la Reina Isabel y que conformaron la mayor parte de la comunidad (en aquellos tiempos llegaron m?s de 20.000 jud?os). En el siglo XVI llegaron a Sal?nica anusim de Espa?a y Portugal, que retornaron al juda?smo. En aquel entonces la ciudad contaba con m?s de 40 sinagogas; cada grupo de inmigrantes fundaba una comunidad separada seg?n su pa?s de origen, y guardaba fidelidad a su regi?n de procedencia y a sus costumbres caracter?sticas.

Al leer el libro de viajes de Benjam?n de Tudela (1160) se puede tomar conocimiento con la larga historia de los jud?os de Sal?nica: “Y desde all? a trav?s de dos mares, la ciudad de Selix (Sal?nica), que es muy grande y cuenta con cerca de quinientos jud?os”? A diferencia de Pablo (el cat?lico) que se?al? que durante su permanencia en la ciudad trat? de convertir a los jud?os: “Atravesando Anf?polis y Apolonia llegaron a Tesal?nica, donde los jud?os ten?an una sinagoga. Pablo, seg?n su costumbre, se dirigi? a ellos y durante tres s?bados discuti? con ellos” (Hechos de los Ap?stoles 17:1). Por lo visto, el encuentro tuvo lugar en la sinagoga Etz Hahaim, la primera de Sal?nica.

El Imperio Otomano abri? sus puertas para recibir a todos los inmigrantes y expulsados, y les confiri? libertad de culto y de credo. En 1912 hab?a en Sal?nica 80.000 jud?os, que constitu?an la mayor parte de la poblaci?n de la ciudad y dejaban su impronta en ella. Durante siglos, los jud?os de Sal?nica desarrollaron la ciudad a nivel comercial, industrial y bancario. Bien sabido era que, puesto que muchos jud?os se dedicaban la comercio, el trabajo en el puerto y en los talleres, el puerto de la ciudad no trabajaba los s?bados y las festividades jud?as, y la ciudad parec?a desierta.
Durante muchos siglos hubo en ella grandes sabios. Se sabe que el Rabino Yosef Caro vivi? algunos a?os en Sal?nica, y que dos Primados de Si?n sefard?es se desempe?aron antes como rabinos en Sal?nica: el Rabino Iaacov Meir fue rabino de Sal?nica en 1908-1920, y el Rabino Ben Zion Meir Uziel lo sucedi? en el cargo. Shabtai Zvi, el falso mes?as, no omiti? a los jud?os de Sal?nica y en 1655 lleg? a ella desde Esmirna (Turqu?a) y se proclam? mes?as.

Sal?nica fue tambi?n una metr?polis jud?a por haber sido un centro de estudios de la Tor? y de impresi?n de importantes libros sobre las fuentes de la cultura jud?a. Desde 1510 salieron m?s de 3.500 libros de las imprentas jud?as de la ciudad, algunas de ellas famosas e importantes, como la de los hermanos Soncino. En los siglos XIX y XX se publicaban en Sal?nica m?s de 30 peri?dicos y revistas en ladino y griego, testimonio de la vasta actividad cultural y sionista desplegada en ella; asimismo, hab?a m?s de 15 escuelas jud?as, un hospital y una asociaci?n de ayuda a los enfermos (Bikur Holim).

Hoy en d?a, la situaci?n cambi? por diversas razones, en especial por el Holocausto que destruy? la comunidad. En toda Grecia quedan unos 3.000 jud?os en Atenas, 1.000 en Sal?nica, 500 en Larissa y algunas decenas en Golush, Janina, Halkida, Rodas y Kerkira.

Sobre la doble identidad de los jud?os de Sal?nica.

Entre la expulsi?n de Espa?a y el Holocausto de los jud?os de Europa

Hoy en d?a, la comunidad jud?a de Sal?nica es muy peque?a y a?n experimenta un trauma doble. Por un lado, sigue vivenciando la expulsi?n de Espa?a hace 500 a?os como parte de su memoria colectiva; por el otro, el Holocausto de los jud?os de Europa no los omiti? y dej? su impronta sobre ellos. Uno de sus rasgos m?s caracter?sticos parece ser el hecho de vivir en un estado de tensi?n permanente entre su condici?n de comunidad “sefard?” en su sentido primigenio, es decir, una comunidad expulsada de Espa?a y Portugal, y el hecho de ser la ?nica comunidad sefard? cuyos miembros fueron exterminados en el Holocausto y de la cual casi no han quedado sobrevivientes (si examinamos los porcentajes de jud?os asesinados en el Holocausto, se trata de m?s del 90%, una de las cifras m?s notorias con respecto a otras comunidades aniquiladas en Europa).

Los nazis entraron a la ciudad en abril de 1941, y ?se fue el anuncio de lo que habr?a de suceder: en febrero de 1943 emitieron decretos antisemitas y crearon el gueto de la ciudad. A partir de marzo empezaron las deportaciones a Polonia, en trenes de carga para transporte de caballos que los condujeron a los campos de exterminio y a los crematorios de Auschwitz y Birkenau. Seg?n los registros alemanes, hubo 19 deportaciones de 46.061 hombres, mujeres y ni?os, del total de 50.000 jud?os que viv?an en Sal?nica en 1940.

En el nuevo cementerio de la comunidad se observa un monumento en recuerdo del Holocausto, en el que se lee la siguiente insripci?n:

“Este monumento fue erigido por los jud?os de Sal?nica en memoria eterna de sus 50.000 hermanos, el 96% de los miembros de esta comunidad, hombres, mujeres y ni?os arrancados de sus hogares en 5703 por el ej?rcito alem?n y deportados a los campos de exterminio nazis, en donde fueron cruelmente asesinados. ?Oh, tierra, no cubras su sangre!”
Cuando se habla de los miembros de la comunidad se evoca la remota sensaci?n hist?rica de Espa?a y la historia cercana de Alemania, que dejaron su impronta sobre ella y se fusionan en su identidad jud?a. La identidad de los jud?os de Sal?nica se compone de “500 a?os y otros 600 a?os”. Tal como me dijera la Sra. Erica Prahia Zamor, directora del Museo Jud?o de Sal?nica, los jud?os de la ciudad hunden sus ra?ces en Sal?nica, y no en Grecia.

Sobre las maravillas del ladino en Sal?nica

Una de las demostraciones de la pervivencia de la tradici?n sefard? a lo largo del tiempo es, sin duda, la preservaci?n del idioma peculiar de los jud?os sefard?es, el ladino o “judeo-espa?ol”. De manera casi milagrosa, los jud?os de Sal?nica siguieron hablando en ladino, y durante cinco siglos este idioma se preserv? con sus refranes particulares, para recordar a los jud?os de la ciudad de d?nde proven?an.

No hay como un idioma para reflejar la cultura y los estados de ?nimo de quienes lo hablan. El ladino fue el idioma de los jud?os de Espa?a y Portugal que se dispersaron por las costas del Mediterr?neo. Con su expulsi?n de la Pen?nsula Ib?rica en 1492, llevaron consigo su idioma coloquial, el espa?ol hablado y escrito por jud?os y no jud?os en la Espa?a de aquel entonces. Por eso, el ladino preserv? hasta el presente el vocabulario y la gram?tica del espa?ol del siglo XV, como las personas que en el siglo XXI siguen hablando en hebreo b?blico o mishnaico.

En mi visita a Sal?nica encontr? muchos hombres y mujeres jud?os que siguen hablando en ladino con sumo placer. Cuando les pregunt? c?mo se preserv? este idioma durante cinco siglos, me respondieron que desde siempre, la vida de los jud?os de Sal?nica se desarroll? en ladino, y no en griego. Los jud?os sefard?es que viv?an en Grecia manten?an su cultura sefard?: las compras, las comidas, el mercado, todo se desarrollaba en ladino; los jud?os no ten?an amigos no jud?os, sino solamente jud?os que hablaban en ladino. Hoy en d?a, este idioma se encuentra en proceso de olvido; la generaci?n intermedia no logr? transmitirlo a sus hijos. Los jud?os de 40-50 a?os todav?a hablan ladino, pero los j?venes no le asignan ning?n valor y no lo hablan en sus casas. Los miembros de la comunidad explican que el Holocausto fue la divisoria de aguas: hasta entonces se hablaba ladino en los hogares y en la comunidad, pero despu?s del Holocausto dejaron de hacerlo. Hay quienes dicen que los sobrevivientes no quer?an que sus hijos siguieran viviendo en el gueto jud?o; que como en el Holocausto perecieron los adultos y ancianos, con ellos desapareci? la memoria de Espa?a y su idioma; y que los j?venes que volvieron despu?s del Holocausto ya no sab?an hablar ladino.

Los hablantes de ladino en los campos de exterminio en Alemania

La Sra. Silvia Molcho fue deportada de Sal?nica el 19 de marzo de 1943 al campo de exterminio de Auschwitz, en donde permaneci? hasta la liberaci?n en 1945 y su regreso a Sal?nica en 1947. En ella encontr? una apasionante expresi?n de la doble identidad jud?a de la generaci?n intermedia en la ciudad.

La Sra. Molcho vive actualmente en una residencia geri?trica comunitaria, junto a otros 35 ancianas y ancianos jud?os. Ahora tiene 86 a?os, y en tiempos del Holocausto era muy j?ven. La ra?ces de su familia se remontan a los jud?os expulsados de Espa?a; hasta hoy conserva las llaves del hogar familiar en ese pa?s, pues todo el tiempo siguieron so?ando con el regreso a ?l. La Sra. Molcho no habla ?dish, sino ladino. Tambi?n lo hablaba en el campo de exterminio de Auschwitz, en el bloque n? 11 en el que viv?an las integrantes de su comunidad llegadas desde Espa?a y Portugal, con una estancia intermedia de 500 a?os en Sal?nica.

Los apellidos de los jud?os de Sal?nica que figuran en las placas recordatorias del Holocausto y el hero?smo no son los apellidos polacos que nos resultan m?s conocidos, sino apellidos sefard?es de honda raigambre conocidos en Espa?a desde antes de la expulsi?n, como Saporta, Nahmias, Saltiel, Cohen, Pardo, Sabetai y Molcho.

La Sra. Molcho no distingue entre los espa?oles y los alemanes: para ellas unos y otros son “el enemigo”. La expulsi?n de Espa?a es para ella un “recuerdo hist?rico”, y el Holocausto es un “recuerdo personal”. Habla en ladino, entona canciones y romanzas en ladino, come huevos “geminados” y “borrequitas” pero lleva en el brazo el n?mero tatuado por los nazis en el campo de exterminio. La Sra. Molcho es un s?mbolo de la singular combinaci?n de la historia de la expulsi?n y el exterminio, que se fusionan en los jud?os de Sal?nica.

El Sr. David Saltiel, presidente de la comunidad jud?a, desciende de una familia expulsada de Espa?a que lleg? a Sal?nica desde Portugal cinco siglos atr?s. Toda su familia pereci? en el Holocausto, y ?l describe adecuadamente la identidad jud?a peculiar de Sal?nica: “Espa?a forma parte de la tradici?n; el Holocausto es parte de la identidad. Espa?a soy yo; el Holocausto est? en nosotros, en nuestras vidas”.

El Holocausto parece vivir y palpitar en cada rinc?n de la comunidad jud?a. De manera sorprendente, su presencia en el seno de la comunidad sefard? es m?s intensa y profunda que en la comunidad askenaz?; tal vez por las caracter?sticas de la comunidad, quiz?s por los altos porcentajes de jud?os deportados que no regresaron de los campos. Los hijos de los sobrevivientes, la segunda generaci?n del Holocausto, dicen que sus padres no callaron y no ocultaron las historias del infierno, sino que las transmitieron a sus hijos: en todos los encuentros familiares o comunitarios, el Holocausto era el tema central de las conversaciones. Todo el mundo de los sobrevivientes y sus hijos gira en torno del Holocausto. A pedido de la comunidad jud?a, el ayuntamiento ha fijado el 27 de enero como D?a Nacional de recuerdo del Holocausto de los jud?os de Sal?nica. Tambi?n hay un monumento en memoria del Holocausto en la plaza central de la ciudad, la Plaza de la Libertad, en la que el 11 de julio de 1942 tuvo lugar el “S?bado Negro” en el que los nazis se ensa?aron con los judios antes de deportarlos a los campos de exterminio.

La comunidad de Sal?nica en la actualidad

Hoy en d?a, la comunidad jud?a de Sal?nica ya no es una metr?polis jud?a, sino que afronta las dificultades t?picas de las comunidades peque?as. Sus miembros son b?sicamente sobrevivientes de los campos de exterminio, y algunos jud?os que lograron huir o esconderse en otras ciudades de Grecia y que volvieron despu?s de la guerra. La comunidad sigue inmersa en la nostalgia por su magn?fico pasado, pero la generaci?n joven se ha “helenizado” y se considera parte de la sociedad griega, no habla ladino, no vive encerrada en la comunidad jud?a y, m?s all? de las comidas sefard?es tradicionales, no se ve como seguidores de los expulsados de Espa?a.

La comunidad cuenta actualmente con tres sinagogas: Yad Lazikaron, la m?s grande de los Monasterl?es y otra m?s peque?a en la residencia geri?trica. Las plegarias tienen lugar todas las ma?anas y la comunidad se encarga de que haya un mini?n, pagando un salario a algunas personas para que lo completen. La sinagoga se encuentra en la zona del mercado de Sal?nica. Antes del Holoausto, la mayor parte del mercado y de los comercios del centro de la ciudad pertenec?an a jud?o, y la sinagoga funcionaba como una especie de shtibl para los numerosos jud?os que trabajaban en el mercado. Hoy en d?a, casi todos los edificios del mercado y muchos otros en la ciudad han sido restituidos a la comunidad jud?a, que exigi? al gobierno la devoluci?n del patrimonio jud?o a las familias o a la comunidad.

La comunidad mantiene la residencia geri?trica, en cuya planta baja se encuentra la mikve comunitaria, y cuenta tambi?n con dos rabinos, shejit? local, una carnicer?a kasher y actividades culturales para j?venes y adultos, a fin de mantenerlos cerca de la comunidad.

El cementerio jud?o es nuevo, porque el antiguo, en el que hab?a m?s de 400.000 tumbas, fue destruido por los nazis. Posteriormente, el gobierno griego construy? en ese sitio la Universidad de Sal?nica (algunas l?pidas del cementerio antiguo se encuentran en el cementerio nuevo, otras en el museo comunitario y algunas siguen adornando las carreteras y mansiones de la regi?n).

Los pocos jud?os de Sal?nica (por el Holocausto y por la creciente asimilaci?n) han llevado al presidente de la comunidad, el Sr. Saltiel, a proponer una soluci?n creativa y original para lograr un crecimiento demogr?fico: cada pareja joven que contraiga matrimonio y tenga hijos (algo no tan habitual en Europa en general, y en Grecia en particular) recibir? 3.000 euros por cada ni?o durante tres a?os. De esta manera, una familia con tres hijos podr? recibir 27.000 euros al cabo de tres a?os? Hasta ahora no se han registrado muchos postulantes para recibir este “seguro comunitario” propuesto por el presidente de la comunidad, pero a?n no hemos perdido la esperanza de que Sal?nica vuelva a ser una metr?polis jud?a.

Rabino Eliahu Birnbaum

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